Visita de Superestrellas al Performance Center

Dejo esta respuesta (que en mi opinion me gusto bastante) para saber en que mejorar. Gracias a todos de antemano.

1- Estamos en vísperas de WrestleMania, es por ello que podemos recordar grandes storylines que se han dado a lo largo de los años, quitando los legendarios Undertaker Vs Shawn Michaels y The Rock Vs Stone Cold, para ti, independientemente de la conclusión, ¿cual ha sido el mejor storyline de cara de WrestleMania?

Siempre que hay preguntas de este tipo, donde hay que elegir a gusto cual a sido mejor tal cosa, digo que claramente depende mucho de que es importante para la persona que redacta la respuesta. Y en este caso no es una excepcion. Elegir la mejor storyline de cara a Wrestlemania es algo dificil, aun mas quitando las glorias rivalidades entre Taker vs HBK y The Rock vs Stone Cold. Y en esta ocasion, voy a elegir una bastante reciente, pero que para mi significo algo muy importante por como se dio la historia, y por el mensaje que dio a su vez. Mi elección va a ser la KOFIMANIA, en 2019.

Hay que dar un poco de contexto antes de empezar a argumentar. Kofi Kingston es un excelente luchador, aunque desde hace años estaba estancado (por asi decirlo) con The New Day. Se encontraba siempre con una relevancia bastante buena, casi nunca salía de la orbita de los títulos en pareja. Sim embargo, ahí estaba el problema: justamente la división tag team era su piso…y su techo. Retrocedemos más de 10 años atrás, y nos encontramos en una lucha triple amenaza donde participan Cena, Orton y Kofi por una oportunidad por el WWE Championship. Se suponía que tenia que ganar Orton aplicando su letal patada, en cambio Kofi se levanto una y otra vez cuando eso no tenia que suceder, a lo que Randy respondió con un RKO y el famoso “stupid, stupid”. La carrera de Kofi Kingston en solitario frenaría en seco en ese momento. Estaba previsto que ganara el Money in The Bank ese año, aunque todos los planes fueron modificados a raíz de ese fatídico episodio. Fue relegado, y aunque siguió siendo participe de la programación habitual, no era más que un simple relleno, hasta que New Day dio en la tecla y volvió a resucitar su carrera.
Esos años antes que apareciera New Day fueron bastantes sombríos para Kofi. El conseguía importantes victorias, pero nunca lo catapultaban a la escena titular. Es más, en 2014 Kofi ganaría LIMPIAMENTE a Randy Orton, que en ese momento era campeón mundial. Y ahí no pasó nada, esa lucha no lo llevo a ningún lado. En este momento de su carrera es donde Kofi menciono no estar disfrutando de su trabajo, ya no era divertido. Como bien menciona en varias de sus promos camino a Wrestlemani 35, y para generar mayor empatía con la Kofi Mania, el podía vencer a varias estrellas, aun cuando eran campeones mundiales, e incluso así, el no recibiría nunca la oportunidad que el pensaba que merecía. Como un golpe de suerte, esa tristeza que de verdad llevaba Kofi, al sentirse frustrado por su trabajo, fue borrada gracias a la aparición de New Day, que como bien sabemos todos, posiblemente se trate del trio mas exitoso de la historia de la WWE. Kofi tranquilamente, solo con lo que hizo en New Day, seria miembro del salón de la fama. Había un momento más, y muy mágico, reservado para él.
Kofi y New Day no tenían planes para la ruta a Wrestlemania. Literalmente, no había nada en mente. Seguramente hubieran terminado luchando por los campeonatos en pareja otra vez, o hosteando el PPV. Y de repente se abre una puerta mágica. Elimination Chamber estaba por llegar y Bryan defendía su titulo ante Orton, Styles, Jeff Hardy, Samoa Joe y Mustafa Ali. Pero este ultimo se lesiono y Kofi Kingston tomo su lugar. Esto podría haber pasado como un hecho mas, otra lesión desafortunada y Kofi solo ser un simple reemplazo. Ocurrió algo mejor. Y como muchas veces, las mejores historias suelen ser las orgánicas, las que salen desde adentro del alma. Kofi volvía a tener una oportunidad titular, y la gente se volcaría totalmente con el. Un luchador totalmente fiel a la empresa, y con una popularidad gigantesca, buscando un solo objetivo y con toda la gente apoyándolo a pleno. La historia se empieza a gestar por ahí, y la gente empezó a ser factor fundamental, como lo fue en su momento el Movimiento YES! para Daniel Bryan. Kofi no solo reemplazo a Ali, sino que fue el ultimo eliminado. Se quedo a las puertas de su primer titulo mundial. Ahi es cuando la gente empieza a hacerse sentir, y el movimiento KOFIMANIA empieza a tomar forma. Lo más interesante de esta historia, es que Daniel Bryan, el ultimo poseedor de una historia de superación de esta magnitud, ahora estaba ocupando la otra posición, el seria el villano de la historia, cuando en su momento fue el underdog tan querido por la gente. Es un detalle que me gusta remarcar porque es bastante curioso que el haya participado en estas dos historias, pero con los roles intercambiados.
Ni lerdo ni perezoso, Vince se empieza a dar cuenta que Kofi tenia al público consigo, y la importancia del movimiento que se estaba generando. Vince es un tipo inteligente, y sabe que si él le daba la oportunidad en ese momento, o el titulo en ese momento, no hubiese sido igual. El movimiento hubiera carecido de grandes momentos. ¿Y que decide hacer Vince y los creativos? Hacer que la gente empatice cada vez más con Kofi. En primer lugar, cuando parecía que en Fastlane el lucharía contra Bryan por el título, Vince aparece y coloca a Kevin Owens. La gente volcada totalmente con Kingston y pidiendo con locura su participación en Wrestlemania. Luego, Vince le dice que si gana un gaunglet match, luchara en Wrestlemania. Efectivamente Kofi gana y es todo felicidad, hasta que Vince aparece y le dice que debe derrotar a un luchador mas para llegar a WM, ahí es donde aparece Daniel Bryan, lo derrota y parece que no hay WM para Kingston. Es toda una historia donde al “”héroe”” de la gente se lo bastardea continuamente, haciendo que el apoyo hacia el crezca increíblemente, a la vez que el odio hacia el campeón crece. Todo es una jugada maestra, para la explosión final en Wresltemania. Si algo hace bien WWE es saber explotar las oportunidades, y en Kingston y su historia vieron una mina de oro, que estaban dispuestas a utilizar.
Pero, porque mencione que era tan importante la storyline, no solo por como se llevo, sino por lo que significa? La respuesta es muy clara. La gente, por naturaleza, busca momentos, lugares, personas en las cuales verse reflejadas, y utilizar para motivarse, para emocionarse. Hay otra cosa que se esconde detrás de ese símbolo, que en este caso seria Kingston y su lucha por llegar a lo mas alto. En ese símbolo se materializan otros deseos mas inconsientes. A la gente la apasiona inspirarse, ver gente que no se rinde, que pelea hasta el ultimo minuto y logra triunfar. Nos apasionan las historias épicas, el famoso “gol en el ultimo minuto”. Y porque pasa esto? Porque nos apasionan los héroes, y cada tanto necesitamos un héroe al que apoyar. Y ahí es donde apareció Kingston. Nos apasiona la historia de alguien considerado CLASE B, que le gana a los mejores y llega a lo mas alto. Kofi Kingston lo dejo muy claro esto, en una entrevista con Yahoo: “Pueden ver la televisión, independiemente de la raza, y verme como un humano que es capaz de superar obstáculos imposibles. Me enorgullece mucho ser el centro de todo eso y ser el representante de todo eso. Poder identificarme con tanta gente, creo que es esa la razón por la que este movimiento ha sido tan poderoso. Es mas que una simple cosa en particular. Son tantas cosas diferentes, tantos elementos de esperanza que podemos brindar”. Como ya dije es normal que el ser humano siempre empatice con el débil, con el menor, cuando se enfrenta al fuerte, al mayor. Es algo que sale de nuestra naturaleza de querer que supere sus obstáculos, como para inspirarnos a que nosotros también podemos hacerlo. Eso es algo que hace muy bien esta historia, mezcla el entretenimiento deportivo con los sentimiento inherentes del ser humano, lo que logra una historia que se sienta organica y muy real.
Y como mencione antes, Vince y WWE son genios para estas historias. Una vez confirmado que Kofi iba a luchar en Wrestlemania, el horizonte era claro. Eso no quita que la emoción se encontraba a flor de piel. El Estadio donde se realizo Wrestlemania, al momento de la lucha entre Kofi y Bryan, parecía mas a La Bombonera un dia de Copa Libertadores que a un evento de lucha libre. La gente alentaba de manera frenética a Kofi, y todo esto gracias a la EXCELENTE construcción que tuvo ese personaje, y el desarrollo de la historia, para llevarla de una casualidad en Elimination Chamber, a un gran desenlace en Wrestlemania. Ademas, como si faltara poco a este gran storyline, la lucha en si mismo es parte de la historia. Daniel Bryan golpeando con todo lo que tenia a Kofi, y este negándose a caer, y levantándose una y otra vez. La historia de nuestro héroe particular tendría final feliz, y el estadio explotaría con la cuenta de 3. La Kofimania ya era una realidad, y Kofi era campeón mundial por primera vez en su carrera, con la que yo considero la mejor storyline de camino a Wrestlemania. La narración de la historia es excelente, a tal manera, de que con solo ver la forma en Kofi cuenta su carrera, su frustración, como tuvo que superar cada obstáculo que se le puso adelante (incluidos los obstáculos que tuvo en este Road To Wrestlemania), solo con ver eso te da ganas de que Kofi Kingston gane su lucha y sea campeón mundial. Y ahí es cuando te das cuenta que la historia funciono a la perfeccion. Kofi ya era un tipo querido por el publico, por lo tanto el objetivo era elevarlo a niveles estratosféricos de apoyo, como en su momento tuvo Daniel Bryan. Y se logro con creces, siendo Kofi en ese momento posiblemente la superestrella mas querida de toda WWE.
La importancia de Daniel Bryan en toda esta historia es muchísima. Seguramente su experiencia en situaciones asi ayudo mucho en la creación del storyline. Literalmente su trabajo fue hacer sentir a Kofi Kingston como en su momento la Vince, Triple H y compañía hicieron sentir a Daniel Bryan en camino a Wrestlemania 30. Hay un detalle muy importante. Vince McMahon en el pasado, había dicho a Bryan que era un B+ Player. Curiosamente (y muy bien usado), en este camino a Wrestlemania Kofi Kingston recibio el mismo apodo de B+ Player por parte del Chairman. Siguiendo con Daniel, su papel de villano en la historia es tan grande, que literalmente uno de las personas mas aplaudidas y aclamadas del siglo XXI como es Daniel Bryan en WWE, fue abucheado en demasia en el camino a Wrestlemania. Y justamente eso es lo que el tenia que hacer. Su antagonismo fue CLAVE para que el fervor popular en apoyo a Kofi siguiera creciendo. Es mas, apuesto a que todo ese apoyo que menciono no existiría con un villano al nivel de ese Daniel Bryan. Si no hubiesen bastardeado, molestado, denigrado y engañado a Kofi de la forma que lo hizo Bryan (y Vince), el apoyo del publico no hubiese sido nisiquiera comparable. Todo este tema de la KOFIMANIA no hubiese sido igual de importancia si no hay un antagonista, y gracias a Dios, Daniel Bryan dio una masterclass de como hacerse odiar y como hacer que Kofi sea visto cada vez mas como el perjudicado de la historia. No queda otra que sacarse el sombrero y aplaudir la labor Bryan, que demostró que puede ser un excelente Heel cuando se lo plantea.
Hay otro detalle interesante de porque pienso que esta storyline es la mejor. Porque hay algo más profundo en ella que no esta tan latente. Esto posiblemente sea una de las cosas que más que separa a la historia de Kofi y la de Bryan como underdog y su camino lleno de espinas hacia la gloria. Hay algo que no se ve, y que si hubiera pasado en 2020/2021 hubiera tenido un impacto capaz negativo, al pensarse como algo hecho solo por ser moralmente correcto. Estados Unidos es un país racista. Siempre lo ha sido, siempre lo es y siempre lo será. No importa que tanto insistan con Black Lives Matter y demás, ellos tienen siempre la misma esencia. Y esa esencia también esta en WWE, aunque a veces la disimulen. El más claro ejemplo en WWE posiblemente haya sido Booker T, cuando se prepara el feudo entre este y Triple H que desembocaría en la lucha entre ambos en Wrestlemania XIX. En uno de las tantas promos entre ambos, Triple H literalmente le dijo a Booker T “Somebody like you doesnt get to be a world champion”. Y cuando habla de “alguien como tu”, esta hablando de alguien negro. Luego le diría cosas tales como que el (Booker T) no era un luchador, sino un entretenedor. El estaba aquí para hacer reir a la gente, y nada más. Y burlas varias por su forma de bailar y de su pelo. Esas descripciones…suenan similares, no? Tranquilamente Triple H podría estar diciéndole esas palabras a Kofi Kingston. Se pensaba en ese momento que Booker T derrotaría al racista de Triple H y seria el orgullo para la “raza negra” (Como llaman allá), pero sin embargo perdió, fue relegado y en un futuro (como si HHH predijera el futuro) convertido en un mero entretenedor del público con su personaje cómico (¿o ridículo?) de King Booker (Si, aunque haya podido ser campeón mundial en ese momento). Los propios miembros de New Day hicieron referencia a esto: (https://www.vice.com/en/article/xybz4d/the-new-day-and-being-black-in-wwe)
“No queríamos cantar y bailar, porque para los atletas afroamericanos, o cantas y bailas, o eres el tipo negro grande y fuerte, o el tipo negro extranjero. Esos son los tres arquetipos”
Kofi Kingston pareciera un intento (bastante) lejano de reivindicar esta historia, donde el luchador de piel negra se ve rebajado, humillado y demás. Es una muestra de superación, no solo para las personas en general, sino para un pueblo por demás oprimido y humillado como suele la raza negra en USA. Hasta la victoria de Kofi en WM (Y contando desde que Buddy Rogers (1963) fue coronado como el WWE Champion inagural), solo hubo 3 portadores de dicho titulo de raza negra en la historia de WWE/F:, The Rock, Booker T y Mark Henry. 3 campeones en mas de 50 años, esto habla demasiado sobre lo racista que es la industria del Wrestling en Estados Unidos. Que el storyline de Kofi haya concluido como campeón es algo importantísimo en la historia de la empresa, y resalta mas el hecho de mi elección como mejor storyline de camino a Wrestlemania. Literalmente reivindicó lo sucedido años atrás con Booker T, cambiando el final: Ambos fueron humillados y denigrados, pero en esta ocasión el final fue distinto.
La trama de todo esto, como ya mencione, es lo que siempre buscamos en una historia asi. Alguien derrotado, o humillado, que termina imponiéndose a todos logrando su objetivo. Y sobretodo para la gente negra fue un impulso increíble. Varias personas del ambiente de la lucha, como lo es Pineapple Pete lo han mencionado: “si eres como un artista negro o un hombre negro en general, si eres un fanático del trabajo duro, si eres fanático de alguien que finalmente lo consigue después de un largo vez, si eres un fanático de las circunstancias en las que no deberías haber sido tú, pero tienes que seguir con eso de todos modos, esa historia que coincide con todo resuena ". Claramente el no fue el único en hablar de esta situación, demasiado gente de color tuvo la misma sensación al ver lo que ocurria con la historia de Kofi. En síntesis, fue como que WWE demostraba que lo que alguna vez fue una forma común de tratar a determinada parte de la población en su empresa, ya termino. Kofi fue la llave que abrió la puerta a una diversidad mayor dentro de la empresa, y claro ejemplo fue el momento donde el año pasado la mayoría de los campeones eran de piel negra. Ese Wrestlemania significo, sin duda alguna, un antes y después en la empresa, y todo fue gracias a la historia de resurgimiento de Kofi.

Como si fuera poco, y para culminar con la historia, la aparición de los hijos de Kofi para festejar el triunfo es un condimento simplemente excelente. No me extrañaría que más de una persona haya llorado en ese momento, ya sea viéndolo por televisión, o viéndolo en directo en el estadio. Eso fue el objetivo principal de la historia, convertir a Kofi en el ejemplo para todos, para superarse siempre y nunca darse por vencido. Por todo esto considero que la Kofimania es el mejor storyline de Wrestlemania, quitando las excepciones mencionadas. Parece un cliché que se repite en varias de las películas favoritas por la gente. Y ahí esta el secreto de que haya salido tan bien. Es algo simple, directo y conciso. Nada de historias rebuscadas, o giros extremos. Nada de eso. Para hacer un gran storyline a veces no se necesita gran cosa, solo un héroe, una historia de motivación y un villano. Y la Kofimania tuvo todo eso, y mas. Y funciono. Porque siempre necesitamos héroes que nos inspiren, aunque sea por un momento.
Muchas veces es común ver este tipo de historias, y puede ser demasiado cliché. Pero esta tiene algo que la resalta de todas las demás. Esta historia tiene el componente de cambiar una forma de pensar dentro de la empresa, y una forma de actuar claramente. En comparación con la historia de superación de Daniel Bryan, esa historia fue casi igual de emotiva, pero no significo un cambio en el paradigma como si lo fue la KOFIMANIA. Esa es la gran diferencia entre cualquier historia de underdog y esta, y esa es una de las principales razones por la que opino que es la mejor storyline de Wrestlemania.

Hace un tiempo pregunte sobre el mejor combate de Edge en un evento grande. Ahora toca preguntar sobre el alcalde de Suplex City, Brock Lesnar. La pregunta es: ¿Cuál consideras que es su mejor combate en uno de los 4 eventos grandes?
Brock Lesnar es un trabajador formidable, muchos critican su paso reciente por la empresa dada su poca actividad y sus combates cortos, pero es precisamente alrededor de ese Brock dominante pero distante, destructor pero indiferente, que se ha construido un GRAN personaje, pues gracias a ese trato despectivo de la “bestia encarnada” no solo a sus rivales, sino a la empresa y a la lucha libre en general, es que surge un odio legítimo de algunos fanáticos hacia él, edificando en torno a ello a un verdadero antagonista, que cuando la situación lo amerita, brinda combates increíblemente entretenidos y saca a relucir toda su capacidad en el ring, no sólo en términos de técnica, sino de psicología y aprovechamiento de su personaje para contar historias excelentes en el encordado. Recientemente hablé de como su rivalidad con Angle es para mí sin duda la mejor de la “Ruthless Agression era”, por lo cual podría sorprender que mi elección del mejor combate de Brock en alguno de los 4 eventos grandes de WWE, NO sea ante el medallista olímpico, pero encuentro que la mejor lucha de Lesnar ocurrió en Royal Rumble 2015, en la triple amenaza en la que debió defender su campeonato ante Seth Rollins y John Cena, y el principal argumento para sustentar esta escogencia es que la ejecución de esta lucha fue PERFECTA.
Todo buen combate debe tener un contexto interesante que lo fundamente, y si bien en este caso ese no fue el fuerte de esta contienda, su historia detrás si generó una expectativa importante que soportó el desarrollo de la lucha. Vimos a un Rollins portador del maletín de dinero en el banco, quien afirmó que de no ganar el combate, podría canjear su contrato inmediatamente después ante el vencedor, dejando un atisbo de duda respecto al resultado final, además, se encontraba en ascenso franco en busca de consolidarse como estelarista, por lo que esta lucha le significó demostrar que su solidez como “performer” no solo se debía a un “bookeo” cuidadoso por su personaje y por estar arropado por la autoridad, sino que mostró que efectivamente él era capaz por si solo de estar a la altura de un encuentro trascendental. Por otro lado, John Cena venía de ser masacrado y borrado del mapa en SummerSlam por Brock, por lo que le era imperativo demostrar que tenía la capacidad de no solo reivindicarse, sino de sobrepasar la muralla en la que Lesnar se había constituido después de acabar con la racha del Undertaker.
Esta trama sirvió para poner sobre la mesa unas motivaciones claras por parte de cada luchador de cara a la contienda, creando ese ambiente de “big fight”, y dándole una preponderancia superior a ser una simple defensa más en la ruta hacia Wrestlemania. Con esos condimentos nos embarcamos en un combate que fue una montaña rusa de emociones que me quedaría corto en describir, pero como dije antes, lo realmente sobresaliente de esta lucha fue la ejecución, pues cada contendiente cumplió un rol específico en el encuentro de manera precisa y formidable. Cena era el “babyface” que ejecutó el papel del “underdog” de gran manera, mientras Rollins fue quien le aportó dinamismo al encuentro con su impresionante atletismo y se convirtió en la “carta salvaje”, al ser el único que contó con un par de ases bajo la manga adicionales a su arsenal básico, como lo fueron su maletín y la “JJ Security”. Por su parte, Brock hizo lo que mejor sabe hacer “dormir, comer, conquistar y repetir”.
El desarrollo del combate se gestó de forma impecable, Lesnar como se esperaba, dominó sin problema por si solo a sus adversarios con una magistral exhibición de potencia y resistencia en el inicio de la contienda, donde claramente se estableció que por más que él tuviese un tiro al blanco en su espalada, aún con la confabulación de sus dos oponentes, no se encontraba en desventaja gracias a su tremendo poder físico, el cual era más que suficiente para subsanar la desventaja numérica. Sin embargo, mantener un ritmo dominante durante toda una lucha y ante dos adversarios con grandes credenciales, no es sencillo, pues Seth y Cena lograron coordinar su ofensiva para finalmente neutralizar a la bestia. El “Build up” del combate fue in crescendo y nunca abusó de la realización de “spots” innecesarios que fueran ejecutados sin coherencia narrativa, pues todos los involucrados en el combate hicieron movimientos lógicos y precisos, vendiendo los castigos de manera pertinente, dando las pausas en los puntos cruciales, y generando vértigo en diversas secuencias de combate, no sólo en la final, lo cual me parece algo importante a destacar. Hubo un momento especialmente memorable y clave durante la contienda, en el que Cena noquea a Lesnar con las escaleras metálicas, dejando a la bestia sobre la mesa de comentaristas. Este hecho fue capitalizado por Seth, quien aprovechó para acertar un certero codazo desde el esquinero hacia Brock, dejándolo temporalmente fuera de combate. Esto podría servir de excusa para afirmar que el éxito de esta lucha no es mérito al trabajo de Brock Lesnar por estar ausente por un periodo importante de tiempo, sin embargo, el recurso de trabajar en equipo para derrotar al eslabón más fuerte ha sido usado con mucha frecuencia en varias contiendas de WWE. Lo realmente importante en este punto no es como sacar de circulación a la amenaza en cuestión, sino como esta se reincorpora al combate, pues sería fácil que, en este caso, Lesnar aproveche el cansancio o la distracción de alguno de sus oponentes para concretar y ganar la lucha, pero eso no fue lo que ocurrió. Mientras Seth y Cena intercambiaron llaveo y contra llaveo, en una especie de carrera contra el reloj para obtener la victoria mientras la bestia aún estaba lastimada, lograron entregarnos diversos falsos finales y generar dramatismo absoluto, pero todo ello se logró gracias a que era evidente que en cualquier momento, el campeón defensor y reinante volvería y destruiría a su competencia, y era imperioso que alguno de los dos lograse aprovechar este bache para hacerse con la victoria, o tendría que lamentar el no lograrlo a tiempo. Lesnar fue atendido por paramédicos en “ringside”, dando una sensación de legitimidad al castigo recibido, y haciendo incluso creer que podría quedar definitivamente fuera del encuentro y demostrando que aunque su fuerza es imparable, sigue siendo un ser humano con cierta vulnerabilidad, sin embargo, después de unos minutos, logró regresar al encuentro, y enardecido de furia, barrio con sus rivales, quienes pese a oponer digna resistencia, en especial Rollins, quien incluso golpeó a la bestia con su maletín, no supo soportar la embestida del campeón, que finalmente, tras un F5, logró retener su cetro.
Simplemente fue una oda al “Storytelling”, el testimonio del público ratifica cuantas emociones lograron despertar este trio de superestrellas con su desempeño en el ring, y aunque parezca irónico, el protagonista clave de este maravilloso combate fue nada más ni nada menos que BROCK LESNAR, pues todas las acciones, todos los movimientos y todos los ataques estuvieron enfocados en contrarrestar a la bestia. Si bien Cena y Seth compartieron secuencias entre sí, la lucha se desarrolló de forma tal en que fuese evidente que la verdadera amenaza dentro del encuentro fuese Brock, y que la única manera que tendrían el “líder de la cenation” y “el arquitecto” de salir victoriosos, es derrotándose el uno al otro, ya que degollar a la bestia sería una tarea titánica y casi imposible. Esa sensación sólo podría lograrse mediante la construcción del personaje “Dominante pero despectivo” del que hable al principio, lo cual, superpuesto con un accionar destructivo al inicio del encuentro, dejó en claro en tan solo unos instantes que quien gobernaba en el ring no era otro sino Lesnar, eso es psicología y aprovechamiento puro del personaje en función de la historia sobre el ring. El contraste de estilos y personajes permitió ver una gran variedad de movimientos y sucesiones de eventos únicos y novedosos para el momento en que ocurrió esta contienda, donde a pesar de tener a un “powerhouse” como Brock, a un “Brawler” nato como John, y a un extravagante Seth, todos se lograron compenetrar de manera sublime, generando que la acción nunca luciese lenta, pero tampoco desenfrenada o frenética, todo siempre se realizó en su punto, de modo que casi nunca podías dejar de enfocarte en el combate.
En cuanto a la crítica, varios medios la citaron como la mejor contienda de la noche y como una de las mejores del año, demostrando el impacto de una lucha que a priori, parecía tener un rol transicional, pero que a la postre terminó siendo histórica y de mucha recordación. Brock demostró aquí sus quilates, dando cátedra de “timing” y cohesión en su estado puro, cosa que le vi muy pocas veces en actuaciones posteriores. La estipulación también ayudó a agregar más elementos a la narrativa del combate, pero sin restarle legitimidad a los hechos. Lesnar aquí, ante la clara desventaja que todo campeón posee en una triple amenaza, a pesar de ser atacado en inferioridad numérica, y a pesar de haber recibido el castigo más contundente, logró sobreponerse a la adversidad y salir avante del encuentro, sin lucir esto como una recuperación poco realista o plausible. Simplemente, ejecución excelsa y perfecta, es por eso por lo que considero que este combate, fue el mejor que ha tenido Lesnar en los cuatro grandes eventos de la WWE, por la magistral realización y por el rol crucial que Brock cumplió a cabalidad durante el encuentro.

No me habian dicho que tenia que escribir tanto por eso perdia

MrJohnny escribió:

No me habian dicho que tenia que escribir tanto por eso perdia

En la primera página hay respuestas más cortas e igual de buenas. Se trata de estructura y argumento

Dark Biles escribió:

MrJohnny escribió:

No me habian dicho que tenia que escribir tanto por eso perdia

En la primera página hay respuestas más cortas e igual de buenas. Se trata de estructura y argumento

Es mejor una respuesta corta y calidad que una respuesta larga y que se repita continuamente.

Normalmente, un tema interesante tiene mucho de que hablar y si lo sabes estructurar te puede quedar una respuesta larga y que al mismo tiempo, sea interesante para el lector, es decir; has sido capaz de hacerla larga y al mismo tiempo has conseguido que el lector no se aburra al leerla, algo que se puede considerar un win-win, pero que sea larga no es un factor condicionante, perfectamente con 20 líneas alguien puede ganar a uno de 70 líneas.

Rubik escribió:

Dark Biles escribió:

MrJohnny escribió:

No me habian dicho que tenia que escribir tanto por eso perdia

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Es mejor una respuesta corta y calidad que una respuesta larga y que se repita continuamente.

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Estoy de acuerdo con Rubik. Otro consejo que les puedo dar que es nunca jamás, por ninguna razón, hagan bajo ninguna circunstancia, no importa que, no importa donde, no importa quien, ni con quien esten, ni de donde vienen ni a donde van, nunca por ningun motivo dejen que oscar sea su referee

Rubik escribió:

Dark Biles escribió:

MrJohnny escribió:

No me habian dicho que tenia que escribir tanto por eso perdia

En la primera página hay respuestas más cortas e igual de buenas. Se trata de estructura y argumento

Es mejor una respuesta corta y calidad que una respuesta larga y que se repita continuamente.

Normalmente, un tema interesante tiene mucho de que hablar y si lo sabes estructurar te puede quedar una respuesta larga y que al mismo tiempo, sea interesante para el lector, es decir; has sido capaz de hacerla larga y al mismo tiempo has conseguido que el lector no se aburra al leerla, algo que se puede considerar un win-win, pero que sea larga no es un factor condicionante, perfectamente con 20 líneas alguien puede ganar a uno de 70 líneas.

- El Jobber

fui jobber local hasta que leí este tema. después sólo jobber pero con contrato

Esta respuesta fue la que hice para Wrestlemania, donde le gané a quien consideró uno de los mejores del foro, Desavoie:

1. En los últimos años, WWE ha tenido buenos combates en la vitrina de los inmortales, el mas reciente fue la triple amenaza por el título universal. La pregunta ahora es: ¿Consideras que por historia y demostración in ring, la triple amenaza por el título universal es el mejor combate de las últimas 5 ediciones de Wrestlemania?. Justifica.

Sí, ha sido el mejor combate de las últimas 5 ediciones de Wrestlemania. Es el único donde finalmente el libreto surge de manera natural, sin ser del todo previsible, y probablemente la lucha que vende de manera más convincente una victoria que ninguna otra de las que ha ocurrido en el magnoevento éstos años, así como una de las pocas donde todos los participantes tienen algo que demostrar.  Remontarnos a los "grandes combates" de eventos anteriores nos hace darnos cuenta de lo avanzada que ésta está lucha con respecto al resto. Roman Reigns ganándole a HHH y Undertaker no estando en el peak de sus carreras, con pobres perfomances en el ring en combates desagradablemente largos, son pésimos intentos forzosos que tuvo la empresa en "construir" a su siguiente superestrella y rostro de la compañía, siendo que cuando enfrentó a Brock Lesnar por el campeonato, después de ganar un criticado Royal Rumble, no logró vencer a la bestia en una gran lucha por parte de ambos que pedía por ese resultado en el que quizá hubiera podido finalmente consolidarse contra alguien de su mismo nivel. Algo similar pasó con Shinsuke Nakamura, quien WWE inconscientemente enterró al dejar que AJ Styles lo derrotara.

De la misma forma, hemos visto muchos combates que no han estado a la expectativa de lo que se esperaba, como las últimas participaciones de Brock Lesnar, donde en menos de 5 minutos con su personaje e dominante imagen de campeón, fue derrotado por Seth Rollins y Drew McInTyre, de forma totalmente incoherente a la jerarquía con la que terminaba llegando a ésas luchas. Nuevamente algo que ocurría también con un luchador como Goldberg, o una leyenda y estandarte de WWE como John Cena volviéndose la víctima más rápida del Undertaker. Las luchas "de peso" son entonces las que nos han presentado la principal falencia de Wrestlemania, quizá siendo la única capaz de ponerse "de tú a tú" con ésta la lucha entre Kofi y Daniel, pero aún así, fue una historia reciclada del propio Bryan y su épica coronación frente a La Autoridad, sin mayores sorpresas para el público.

Pero éste combate es una sorpresa todo el tiempo, desde la construcción del mismo, hasta su realización y posterior finalización. El regreso de Edge ganando el Royal Rumble, Roman Reigns estableciéndose como un heel sólido con un enorme prestigio dado al campeonato universal desde el primer segundo que lo ganó y la refrescante aparición de Daniel Bryan en la escena mundial tras un largo tiempo, vuelven de ésta terna un escenario en el que las apuestas estaban más cerradas que nunca, principalmente entre los primeros dos. La historia se trata de redención, entre tres luchadores que tuvieron que retirarse en su momento, tres luchadores que llegaron a dejar sus campeonatos por su salud, tres gigantes que una vez más buscaban su gran momento en Wrestlemania, cada con uno con un fuerte presente de cara al match. Edge juega con su opción a campeonato semana a semana manteniendo ése nivel de intriga en crecimiento, Roman por su parte lo reta a usarla contra él hasta que eventualmente es atacado por The Rated R Superstar y finalmente Daniel Bryan, quien tras dos derrotas ante Roman reclama una tercera oportunidad, teniendo en cuenta que en Elimination Chamber le ganó sólo porque venía de una cámara de eliminación brutal y en Fastlane hizo rendir a Roman pudiendo haber ganado el título de haber un árbitro, se volvía en un oponente con la suficiente credibilidad para enfrentarlos a ambos. Todo eso en torno al Universal Championship, un campeonato que nunca había tenido realmente el prestigio que se supone un mundial debe tener, finalmente lo lograba gracias a Roman. El impacto del campeón, del feudo, y de la ruta al Wrestlemania de éste combate es tal que SmackDown se vuelve la marca dominante por encima de RAW, algo que en años nunca se habría imaginado.

Y así llegamos a la lucha como tal. Con el regreso del público volviendo ésto aún más especial e inolvidable, el Raymond James Stadium permitió tener una vez más esa escenografía y sonido natural que permitiera apreciar mejor las luchas, regresándole ése toque que hace de combates como Hulk Hogan versus The Rock épicos encuentros mucho mejores de lo que realmente fueron. La ovación a la entrada de Edge, los cánticos de "YES" a cada participación de Bryan y los abucheos a Roman rápidamente marcaron el paso del combate más importante de la noche. El trabajo en torno al match es excelente, desde el principio se muestra la ambición tanto de Edge como de Bryan, quiénes obtienen varios spots en los que logran cautivar al público en el Raymond James Stadium. Logran vender a un Roman Reigns que, por primera vez, se ve superado, en varias partes de la lucha hasta ampliamente, pero eventualmente logra regresar al combate. Un excelente ritmo por parte de los tres, Bryan haciendo mayormente el carrywork pero, un combate que no dejó de destacar la presencia de sus tres figuras. Varios falsos finales, inversiones, interrupciones, y pequeños espacios de tiempo que sirvieron para aumentar la intensidad de la lucha de cara a su cierre.

El último momento de la lucha, daría entonces a los ojos del fanático ése instante memorable, con Edge teniendo la lucha completamente en sus manos, enloqueciendo, mientras aplastaba entre silletazos a Bryan y Reigns, con un público confundido, pero complacido en cierta forma ante lo que estaban viendo, expectantes, de que el final fuera lo que parecía iba a terminar siendo, además de dejar ésa imagen tan espectacular en la que prácticamente veíamos un guiño a lo ocurrido entre Orton y Edge el Wrestlemania anterior. Sin embargo es aquí donde WWE juega su gran carta mágica, en donde lo inesperado se vuelve lo esperado sin dejar de ser lo primero, en la que demuestra que su verdadero interés siempre estará en cubrirse las espaldas, y qué mejor forma de resguardar a su mayor exponente en el presente que dándole la victoria ante dos leyendas, en la última lucha de Wrestlemania, por el campeonato. Una postal que nunca será olvidada, Jey Uso saliendo de la nada, tomando a un Edge desprevenido con una patada, pegándole con todo hasta dejarlo inconsciente y poniendo a Roman sobre Bryan y él, para que acabase derrotándolos a ambos, reteniendo, y manteniéndose como la gran estrella de la empresa.

A pesar de que muchos hubiéramos querido ver a Edge coronarse campeón aquella noche, lo que WWE hizo no fue del todo errado. Construyó los cimientos para hacer de Roman Reigns una figura respetable dentro del negocio como rudo, ya que ganó de una forma tan baja como totalmente inesperada de su parte, pero lo suficiente para que siga creciendo como villano, defendiendo un campeonato que se ha vuelto el más trascendental de la compañía, captando la atención de un público que seguirá esperando llegue alguien capaz de destronarlo tarde o temprano, mientras tanto, Roman Reigns se ha mostrado y convertido en el dios de WWE, intocable, incluso por dos de los más grandes de la historia, protagonizando la victoria más auténtica de su carrera profesional hasta ahora en el magnoevento, y la que perdurará no solamente en su biografía sino en la memoria del fanático, porque por primera vez no se trató de consolidarse, sino de demostrar que estaba consolidado. Éste es el impacto del que hablo. El mismo que tuvo Hulk Hogan cuando venció a André, Lesnar a Undertaker, Michaels a Hart, Bryan a Batista y Orton y... Roman Reigns a Edge y Bryan.

Esta es la del Unstoppable Match 2021 en King Of The Ring, victoria algo polémica contra nombres como Daniel, Xaelio, entre otros:

Summerslam está a la vuelta de la esquina y hay muchos combates memorables que se han disputado en aquel evento. Si tuvieses que elegir el mejor combate de Summerslam en los últimos cinco años, ¿cuál escogerías y por qué?

SummerSlam, uno de los cuatro grandes PPV históricos de WWE. Hablar de él es hacer alusión automáticamente a grandes e icónicos combates históricos, como lo fueron Hart improvisando con Bulldog en el '92, el primer TLC en el año 2000, HBK vs. Razor Ramon en su rematch del '95, o Daniel Bryan venciendo limpiamente a John Cena en 2013 para convertirse en WWE Champion. Es un evento que ha trascendido en la historia por la magnitud de las storylines que sus luchas han albergado, SummerSlam '97 marcó la última gran victoria de Bret Hart en WWF, SummerSlam '05 vio a Hogan imponer su ego derrotando a HBK, en el '04 Orton destronó a Lesnar como campeón mundial más joven (récord que Lesnar logró en el mismo PPV, en el '02) o Bret Hart y Owen logrando el segundo combate en la historia de WWE en recibir 5 estrellas. Ahora, ése concepto que se ciñe a escribir momentos legendarios dentro del evento ha desaparecido lentamente, como muchas otras cosas en WWE en la actualidad, nada más nos dejó el recuerdo de su grandeza y de vez en cuando algún que otro destello de lo que alguna vez fue. En los últimos 5 años hemos visto a Brock Lesnar perder su título en 2 ediciones seguidas, Roman Reigns haciendo su ansiado regreso como heel y The Miz pasar de ser un luchador con únicamente victorias a simplemente volverse un ausente en el evento. Eso por no mencionar la categórica victoria de Goldberg sobre Dolph Ziggler, Kevin Owens salvando su carrera ante Shane McMahon, Dominik haciendo su debut o Finn Bálor luchando lesionado para convertirse en el primer campeón universal. "Ésos" son los grandes momentos de la Era Moderna de WWE en un PPV que muchas veces es equiparado a la par con WrestleMania, dejando en evidencia la notable decadencia en cuanto a calidad se refiere del mismo.

Pero si hay algo que no ha cambiado es que SummerSlam ha mantenido su tradición de ser un evento que promete e intenta siempre, dentro de la medida posible, meter toda la carne al asador. La edición de éste año lo quiere hacer, pero ahora sólo queda esperar ver si logra ofrecernos un "clásico instantáneo" como en los viejos tiempos. Un clásico instantáneo como el que nos ofrecieron AJ Styles y John Cena en SummerSlam 2016, el mejor combate -de lejos- en los últimos 5 años del PPV, un ejemplo de perfecta psicología, narrativa y control del público en el ring por parte de dos de los mejores perfomers de todos los tiempos.

Todo sobre ése match fue perfecto. Primero que nada, el build-up del mismo se basa en el gran debut de AJ Styles en WWE, donde junto a un veterano Chris Jericho logró rápidamente asentarse dentro de la compañía, perdiendo contra él en WrestleMania y luego siendo dos veces derrotado por Roman Reigns en luchas con el WWE Championship en juego a pesar de las ayudas de Gallows & Anderson. La frustración de AJ Styles, quien se hace llamar The Phenomenal y venía de un importante ciclo como Main Eventer en el circuito independiente es notoria, se transmite al público y por ello se vuelve una sorpresa cuando sale a recibir a John Cena, fingiendo estar de su lado, sólo para atacarlo junto a sus colegas de The Club. John Cena, que por su parte venía de una lesión tras un excelente run en la Mid Card como United States Champion, regresaba a WWE con el fin de potenciar un roster que comenzaba a sentir la ausencia de nombres de peso, y con la gran misión de alcanzar a Ric Flair como un 16 veces campeón mundial. Por lo que, más allá de lo logrado en poco tiempo, AJ Styles no terminaba de convertirse en alguien relevante de WWE, y teniendo en frente a tal vez el luchador más relevante de la empresa en los últimos 10 años, su decisión de atacarlo y ponerse en contra de él fue más que prudente. ¿Porqué éste build-up fue tan exitoso? El selling del mismo como un Dream Match cautivó a una audiencia consciente del peso de un combate así: antes de Kenny Omega, AJ Styles fue la competencia directa de WWE, el luchador que les negó su contrato como alguna vez lo hiciera Sting por lealtad a las indies, y la razón por la que, durante un tiempo, se vió un público mucho más interactivo y expresivo en WWE, atraídos por la imagen del Phenomenal. Entretanto, John Cena ejemplificaba ser su más grande oponente, aquel wrestler que con una gran cantidad de carencias dentro del cuadrilátero siempre obtuvo mucha más fama y reconocimiento que él, marcaban un combate que no podría compararse con ningún otro por aquel entonces, era demasiado significativo para la industria, la ilustración de WWE vs. Indies en una imagen, el carisma y la simpatía del entretenimiento deportivo contra el wrestling puro, clásico e instantáneo. Su primer choque mano a mano había sido en Money In The Bank, donde el público (como nunca antes en la Modern Era) construyó un match muy bueno junto a los dos luchadores, pero que vió la victoria de Styles opacada por un sabor agridulce al recibir ayuda de Gallows & Anderson para derrotar a Cena en un combate donde durante la ausencia del referí, Cena prácticamente lo derrotó.

La misión de AJ Styles se vuelve la de convencer no solamente a Cena, sino también al público que lo apoyó de que es capaz de obtener ésa victoria limpia sobre John sin ayuda, algo que muy pocos habían logrado en la industria, y que viniendo fuera de WWE se veía muy difícil que se diera tan fácilmente para él. John Cena te vende muy bien la idea de que Styles no está preparado para las grandes ligas y logra que su fanaticada lo vea como un intruso al que debe derrotar a toda costa, mientras que Styles por su parte trae al iracundo sector de las indies que lo seguían fuera a WWE para contrastar con los fans de Cena y apoyarlo, de cara a un segundo combate. Es entonces donde SummerSlam entra en escena, el PPV más caliente del verano, uno de los cuatros grandes de WWE. Un escenario mucho más grande y acorde a las exigencias que un Styles vs. Cena ameritan, SummerSlam 2016 tuvo una decente cartelera, pero el match que logró agarrar al público en pleno apogeo fue éste. Con tres luchas de Kick-Off y tres más en la cartelera ya realizadas, Styles vs. Cena agarró a una audiencia que estaba desesperada por presenciar un combate de peso, luego de puras contiendas intranscendentes.

El fenómeno que John Cena ha significado para WWE no es normal y te lo demuestra mediante la reacción del público a su mera entrada en el evento. Es un sujeto al que al igual que los más grandes perfomers de ésta industria puedes amar o puedes odiar, pero nunca te será indiferente. Por eso la reacción está garantizada para ésta lucha, los cánticos de "Let's Go Cena" y "Cena Sucks" hacen el trabajo desde el primer momento calentando el ambiente para una gran contienda, entretanto AJ Styles, sólo por ser la contraparte del rapero mayor logra capitalizar a un gran puñado del público entre sus manos.

En una gran ciudad como New York, un coliseo al nivel como lo es el Barclays Center y prácticamente 16,000 personas, daba inicio una contienda en la que los dos dieron todo de sí por hacerla épica y relatar la historia que entre los dos habían construido mediante lo que ocurría dentro del ring. AJ Styles hacía uso de todo su extenso e impredecible repertorio cautivando al público más maduro, entretanto Cena ejecutaba sus cartas del "Hustle, Loyalty, Respect" viniendo desde abajo varias veces en el match, dibujando varios falsos finales que mantuvieron al público al borde de sus asientos en todo momento. La lucha es un espectáculo de counters, reversals y uno de los pocos combates donde John Cena es forzado a salir de su zona de confort al ejecutar hasta lo último dentro de su move-set, algo que lograría mermar lentamente el hate del público hacia él, y al igual que el Santiago Bernabéu aplaudiendo a Ronaldinho, se podía escuchar como el reconocimiento de los seguidores de Styles hacia Cena iba surgiendo poco a poco con el pasar de la lucha.

El timing, el psyche entre ambos, hasta incluso la longitud de la lucha, hacen que el combate se vuelva un platillo fuerte audiovisual para cualquiera, y a mitad del mismo cada fanático se fue volviendo lentamente parcial a cualquier resultado; los dos hicieron un excelente trabajo cautivando a la gente de cara a un inminente pero imprevisible final. Secuencias como las inversiones del uno al otro entre STF y Calf Crusher, Styles Clash y AA que no llegaban a la cuenta de tres, y un AA desde lo alto de la esquina marcaron los grandes spots de un combate en el que "This Is Awesome" se escuchó más de una veces ser coreado del público. AJ Styles se vuelve sobrehumano, demuestra ser material digno de Main Event tras levantarse de ése último AA desde lo alto, mientras Cena lo miraba incrédulo desde la esquina, su reacción es auténtica, es una de esas expresiones casi nunca vistas en la historia de WWE en el rostro de una figura tan grande y sellan la grandeza de éste combate como el reconocimiento de una figura a otra, el público se manifiesta rotundamente, y es ahí donde la magia ya está hecha, donde AJ deja de ser un luchador cualquiera del circuito independiente para convertirse en una Top Superstar de WWE.

John buscaría rematarlo con otro AA pero un AJ Styles en su último aliento, sin fuerza alguna, se zafaba para el Styles Clash, Phenomenal Forearm y final. La explosión del público es brutal, AJ Styles se marcha victorioso de un sin duda alguna "clásico instantáneo", un momento "definitorio" en ma carrera de AJ en WWE como lo marcó excelentemente JBL en su comentario junto a un Mauro Ranallo que hacía excelente trabajo desde la mesa de comentarios, y esa noche no fue la excepción. Una gran victoria para Styles, limpia, que abandona el ring entre ovaciones del público, eufórico por verlo ganar nuevamente, y dando así su última estocada a las oficinas para ir directamente a la escena principal, por el WWE Championship.

Éste combate es uno de los pocos que reúne entretenimiento deportivo con lucha libre de principio a final. Los gestos de Cena y Styles a cada conteo del árbitro que llegaba a dos son perfectos, cuando se tuvieron en sumisión el uno al otro parecía que se acababa por las expresiones tan cercanas a rendirse que se vieron, la conexión con la gente, la química entre ellos y lo más importante: el concepto en torno al match que describía prácticamente un examen de vida o muerte para AJ Styles como un posible gran exponente de WWE volvieron de éste fácilmente el mejor combate de ésa edición, y de los últimos 5 años en la historia del evento. El final lo hace todavía más trascendental, ya que marca probablemente el primer gran pase de antorcha (indirectamente) de John Cena - por encima de su derrota ante Owens en Elimination Chamber 2015 - al asumir su derrota frente a toda la audiencia, dejando su banda de "Never Give Up" en el ring y marchándose bajo el reconocimiento de un público que conectaría éste triste momento con su posterior redención en Royal Rumble 2017, luego de algunas apariciones más previas a su lucha contra AJ y Ambrose en No Mercy 2016, donde no logró ganar en su búsqueda de ser 16 veces campeón mundial.

Las repercusiones fueron enormes, ya que AJ Styles automáticamente quedó muy over, al punto de ser la cara de SmackDown en muy poco tiempo tras derrotar a Dean Ambrose en Backlash, ganando el WWE Championship, su primer título. Tuvo un buen primer reinado donde se terminó de consolidar como figura, superó con creces al excampeón Dean Ambrose y derrotó a nombres como Ellsworth, Ziggler y Corbin. Lo importante fue que AJ pudo establecerse como un nombre importante dentro de WWE, lo suficiente para que John Cena regresara y lo retase en Royal Rumble, donde el WWE Universe nuevamente elevó las ovaciones hasta el techo del estadio en un gran match donde salieron a resurgir guiños de lo ocurrido en MITB y SummerSlam, sólo que ésta vez, la cara indiscutible de la Era PG en WWE se alzó victoriosa, logrando su décimo sexto campeonato mundial. Todo ocurrió gracias a ése gran match, que fue un punto y aparte en su feudo: demostraron que podían superarse en cada lucha que tenían. El más beneficiado evidentemente fue AJ, quien desde entonces ha demostrado su capacidad para abarcar las diferentes áreas del negocio, teniendo éxito como Main Eventer, Mid Carder, y más recientemente dentro de la división en parejas.

Éste fue el preludio para que John Cena diera un paso al costado en la interminable necesidad de acaparar los focos, dejándose derrotas ante Roman Reigns en No Mercy, Shinsuke Nakamura en un SmackDown para decidir al retador de Mahal, ante Balor en Raw de principios del 2019 para decidir al retador al Universal Title, o más recientemente ante The Fiend en WrestleMania. Fue un proceso en el que ambos maduraron como superstars -a su manera- y teniendo su gran punto final en Fastlane 2018, donde John reconoció tras el combate a AJ como justo ganador y campeón, levantando su brazo.

Dos de los más grandes perfomers de la historia, uno por ser uno de los luchadores más completos dentro del ring con su versatilidad y perfecta capacidad de emular un match al máximo de las capacidades de su oponente, mientras que el otro, una leyenda de la industria, un tipo que hizo historia y ahora deja que los demás la hagan, sin dejar de ser uno de los más grandes y más carismático personaje de todos los tiempos. AJ Styles y John Cena en SummerSlam 2016 hicieron una obra arte, una lucha que te cuenta una historia de superación, de convencimiento, de valentía. Con un público al que es difícil provocarle hoy por hoy una emoción que no puedan contener: ellos lo hicieron, y de qué manera. Nos dieron un combate... uno de los pocos en el presente de hecho, donde la gente realmente no sabía qué esperar, ya que Cena había perdido en el evento previo, pero AJ venía agarrando impulso como para perderlo. Una pelea mágica que tuvo todos los aditivos para ser considerada una de las más grandes: dos excelentes perfomers, en un PPV importante, jugándose un prestigio en una storyline que giraba en torno a ello, bajo la presión de un público extasiado por el clash entre la figura de WWE y su allegado de las Indies, aupado por un fantástico match previo y con un posterior desenlace y conclusión aún más épico. Un efecto irrepetible, y que ha puesto punto y final a las grandes colisiones en el evento más caliente del verano: a la espera del regreso de Cena en el de éste año, donde probablemente, sea muy posible ver una vez más a un público metido de lleno en todo alrededor del combate, a un público, como el que AJ Styles y John Cena nos dieron en el SummerSlam del 2016, en lo que fue sin duda, el mejor combate del evento en los últimos 5 años.

Esta es la de Summerslam 2021, donde gané los tags con Mappy contra Pain, Dambalad, Sang, Hump.

John Morrison fue traicionado por The Miz el pasado lunes, algo que ocurrió ya el 2011 y que generó muchas expectativas en el público, quienes ya lo veían como un futuro campeón mundial al dejar de ser el acompañante de The Miz. Este fenomeno es similar al de otros luchadores como Cesaro que nunca han despegado en planos mundiales pero si fueron relevantes en un TAG TEAM. La pregunta es, si tuvieras que elegir entre Cesaro y John Morrison, ¿quién de los dos debería dar el salto a las estelares y ganar un titulo mundial?, ¿cuál de los dos es más necesario hoy en día para ese asalto a los Main Event?. Justifica.

Dos luchadores que sin lugar a dudas han despertado genuinas reacciones en la fanaticada de WWE; tanto Cesaro como John Morrison han logrado sin la necesidad de recibir todos los focos obtener su propia gota de protagonismo y reconocimiento dentro del corazón de los fanáticos, sin embargo WWE se sostiene de la credibilidad, hechos que consoliden a sus luchadores como las superestrellas de sus marcas basado en la imagen con la que el público los percibe desde el coliseo hasta los millones de televisores alrededor del mundo. Es ahí donde Antonio Cesaro resalta mucho más que John Morrison, que en otras circunstancias hubiera podido fácilmente ser mi favorito dado el factor nostalgia, pero hoy está lejos de poder utilizar ésa carta a su favor. El hecho de que John haya sido traicionado por The Miz lo fuerza una vez más a ser el bueno de la película, al igual que en el lejano año 2011, anclándolo nuevamente a una idea que no funcionó.

Y es que John Morrison se puede resumir a las dos últimas palabras del anterior párrafo: está construido en base a momentos sólidos que habrían consolidado la carrera de cualquier otro luchador—ganó el ECW World Title bastante joven, títulos en pareja, campeonato Intercontinental y además protagonizó las primeras "salvadas" en Royal Rumble—pero básicamente, nada de ello ha servido para ponerlo "over". Hoy en día un personaje bastante cómico difícil de tomar en serio incluso con su feudo actual—Morrison tendrá el peso de haber perdido múltiples luchas titulares durante sus últimos años en WWE incluyendo un mano contra Miz por el WWE Title, subirse al ring junto a Snooki y Bad Bunny en WrestleMania, además de ser uno de los pocos históricos que hace su regreso para encadenar una racha de casi siete meses consecutivos siendo derrotado (abril-diciembre 2020) y pasar a la inmortalidad como uno de los pocos que perdió un Handicap Match a su favor por el WWE Universal Championship ante Braun Strowman—. Eso, sumado a venir de la irreverencia e intrascedencia jugando a dispararle agua a los oponentes junto a Miz, lo convierten en uno de los mayores hazmerreír de toda la marca roja y alguien que fuera de papel, se está aguantando todas las humillaciones por puro dinero.

Con un moveset lleno de acrobacias poco convincentes y llaves que no venden un daño contundente a sus oponentes además de su denigrante historial dentro de la compañía, John Morrison queda fácilmente descartado de ser quien pueda dar el "campanazo" hoy por hoy dentro de la estela mundial.

Pero, ¿qué hay de Cesaro? Cesaro es todo lo opuesto a John Morrison, un luchador sumamente talentoso que llegó a lo más alto de popularidad mediante sus propios fines, los cuales sobrepasan brutalmente a lo logrado por John: un único reinado como United States Champion de 239 días—que supera los 209 en tres reinados como Intercontinental Champion de Morrison—, el nacimiento del fenómeno de la "Cesaro Section" mientras el propio suizo estaba inmerso en The Real Americans con Jack Swagger—logrando destacar más que su propio compañero incluso siendo él uno más experimentado, caso contrario al de Morrison con Miz—y sin ir muy lejos su victoria limpia sobre el World Heavyweight Champion Randy Orton en 2014, junto con su doble—sí, luchó dos veces—participación en WrestleMania XXX con una derrota por equipos que no fue tan importante como su victoria en solitario al convertirse en el primer ganador del André The Giant Memorial Battle Royal cargando a Big Show fuera del ring, con su mano siendo estrechada por una de las más grandes leyendas de todos los tiempos y 12 veces campeón mundial Hulk Hogan.

El "boom" de Cesaro existió y no fue una ilusión óptica como la que se quiere vender en el enunciado de ésta pregunta en torno a John Morrison: su carrera estaba destinada a recibir un push como babyface en un momento donde WWE necesitaba de alguien más que fuera entrando a la pintura en la época donde se introducían nuevas superestrellas a los rubros individuales, Kevin Owens, Seth Rollins, Dean Ambrose y Roman Reigns comenzarían a ir por cuenta propia en una etapa que bien pudo haber incluido a Cesaro pero no lo hizo, y el motivo fue muy simple, Vicente intentó por todos los medios volverlo un heel detestable por el público, le quitó a Colter, el manager que lo vió crecer y adoptó una postura de mentor para él—pudiendo ser un símil a que Daniel- LaRusso se quedara sin Miyagi—y se convirtió en un Paul Heyman Guy, donde todos sabemos que hasta el más mediocre luchador habría tenido éxito, pero Cesaro particularmente no lo tuvo por capricho de los creativos, quiénes hicieron todo lo posible por obstaculizar su meteórico ascenso al punto de prohibirle usar continuamente su "Cesaro Swing", movimiento que desafiaba lo cotidiano y trascendía las barreras de lo común, para en su lugar convertirse en uno de los mejores y más llamativos signature moves de todos los tiempos, donde gracias a la fuerza, técnica y control de Cesaro, era capaz de inducir hasta al más aburrido aficionado en una lucha solamente a través de la ejecución del mismo, y siendo heel, era ovacionado por la gente—algo que Morrison con ninguno de sus movimientos acrobáticos realmente logró vender—.

Su paso con Tyson Kidd en la división por equipos fue prometedor, pero una vez su compañero se lesionó y quedó solo nuevamente el amor del público hacia Cesaro volvió a sobreponerse cuando respondió al reto abierto de John Cena por el U.S. Championship. Con la "Cesaro Section" en su epítome de popularidad casi derrotó a John Cena, quien una vez Raw salió del aire, reconoció públicamente a Cesaro como material de Main Event. En los próximos años Cesaro estaría estancado como luchador por parejas, aunque no sé si el término sea el adecuado teniendo en cuenta que ganó 6 veces—5 con Sheamus y una con Nakamura—los títulos de dicha división, hasta que eventualmente desde que empezó el presente año ha logrado hitos bastante meritorios, como derrotar limpiamente a Daniel Bryan, Dolph Ziggler, y mejor aún, a Seth Rollins, éste en su primera lucha mano a mano en WrestleMania.

El hype torno a Cesaro se mantuvo siempre que estuvo por sí solo, ésa es la gran diferencia entre él y un John Morrison que cuando se desligó de MNM o The Miz, a duras penas pudo sostenerse creíblemente en la Mid Card. Cesaro llegaba a WrestleMania Backlash con prácticamente nada de experiencia en Main Events, su primer gran momento como luchador venía sustentado de apenas un puñado de triunfos, demostrando el amplio margen y ratio de alcance que tiene carismáticamente hablando para conectar al público con sus resultados, aquella noche hicieron ver como un digno oponente de peso—aún no teniendo la jerarquía individual que la mayoría de sus otros retadores—para Roman Reigns, en un espectáculo que quedará para el recuerdo por el timing, el selling y el limbwork implementados por los dos aquella noche en casi 30 minutos de lucha que demostró las dificultades que tuvo que atravesar el samoano para poder quedarse con la victoria, ante un Cesaro que perdió por la decisión del árbitro al verlo inconsciente, en un combate que si hubiera sido relatado por el público ESTOY SEGURO habría transmitido algo diferente a lo que se vió en el ThunderDome aquella noche, algo mucho más humano y auténtico, como todos lo habríamos deseado ver.

Con todo ésto podemos concluir con un Cesaro que logró brillar, se convirtió en algo extraordinario y un fenómeno que logra mantenerse a través del tiempo como alguien importante a un soplido de entrar a las estelares, solamente mediante pequeños momentos en su carrera. El suizo logró en una marca repleta de nombres con mucho más peso que el suyo imponerse como una figura a considerar dentro de la escena titular como una pieza individual y que aún está a tiempo de ser ése "game changer" en WWE capaz de emular la revolución de los underdogs en el lejano 2011, muy por encima del caricaturesco John Morrison "Johnny Drip-Drip" y actualmente en lo que parece ser un feudo con The Alpha Academy, Cesaro tiene muchas más cosas por ofrecer y sólo necesita nuevamente ésa oportunidad para demostrarlo: su micrófono puede mejorar, su personaje puede mejorar, pero nada de eso lo hará entretanto sigan escondiéndolo en las sombras, Cesaro es un diamante en bruto, uno de los luchadores con mejor psicología dentro del ring, un talento al que no se le ha dado el beneficio de la duda en un push en solitario sino hasta hace poco, y como el año 2005-06 Ronaldinho lo estaba, hoy Roman Reigns está muy por arriba del resto de sus contemporáneos—teniendo que desempolvar a los part-timer Edge, John Cena y Brock Lesnar para poder hacerle frente—.

Para cerrar, los dos ya pasaron sin pena ni gloria cerca del título mundial, sin embargo, el "momentum" de los dos se resumen en lo siguiente: no puedes comparar la dificultad de una lucha titular contra un Roman Reigns heel e invicto en un Pague Por Ver donde no lograste aplicarle tu Neutralizer, a un Falls Count Anywhere ante The Miz en un semanal por el WWE Title donde con todo y Starship Pain aplicado, perdiste... Antonio Cesaro está muy por encima de John Morrison no sólo luchístiscamente sino también a nivel de gimmick—aún no dominando el inglés, ha logrado persistir en el pasar de los años como un personaje serio sin caer en la comedia, en contraparte con Khali, Kozlov, Mahal en su momento o sin ir muy lejos, el propio Morrison, que aún sabiendo inglés es usado de comediante—.

En el actual producto de WWE John Morrison está destinado a ser un peón, pero Antonio Cesaro podría ser perfectamente una torre, caballo o alfil, que en algún día no muy lejano mediante las jugadas correctas, podría acabar poniendo en jaque al campeón ya sea de SmackDown o RAW y convertirse en el rey que todos anhelamos algún día ver reviva a la tan enérgica "Cesaro Section" de su "boom" en 2014, del cual nunca tuvo que habérselo bajado, ya que hoy, fácilmente, estaríamos contando una historia completamente distinta.

Cesaro, una narrativa real de superación e insistencia que NO ha HUIDO de WWE—otro gran dardo a Morrison—, con todo el mérito del mundo, El Superman Suizo es sin lugar a dudas el wrestler más que necesario hoy en día para dar ese asalto a los Main Events que YA demostró está más que listo.

Esta fue mucho más corta, de Survivor Series:

Finn Balor hace cinco años se convirtió en el primer WWE Universal Champion, titulo que debió dejar vacante al día siguiente. Su carrera en WWE ha pasado por altos y bajos y cuando parecía que se le daría un empuje, tuvo un final confuso en su rivalidad con Roman Reigns y perdió el Rey del Ring ante un luchador de menos pergaminos que él como Xavier Woods. Sin dudas su carrera no ha sido lo que se pensó que iba a ser, la pregunta es , ¿crees que Finn Balor debería tener la opción de poder ganar una vez más un Campeonato Mundial de acuerdo a su potencial?, ¿lo ves calificado para eso? Justifica

No, no debería tener la opción de ganar una vez más un campeonato mundial. Finn Balor es un luchador que traicionó absolutamente todo lo que alguna vez le presentó al fanático. Era un luchador prometedor, con un personaje de potencial tremendo -más allá de ser él mismo con pinturas-, una serie de resultados que lo avalaban como uno de los estándares de WWE y la capacidad de convertirse automáticamente en una de las superestrellas TOP de la marca a la que fuera enviado, hasta éste año calendario, donde como bien lo menciona la pregunta, se dió dos de los tropezones más grandes de su carrera ante Reigns y Woods.

Gracias a sus inicios en NXT, Finn Balor se labró un nombre en WWE que imponía respeto y ciertamente lo colocaba entre los primeros nombres para recibir oportunidades. Su desempeño en el ring está un poco por sobre la media, sus habilidades al micrófono se podrían considerar decentes y en cuanto a apariencia no se puede negar su buena presencia en cualquiera de las dos facetas con las que Balor ha luchado. Logró ser la estrella de NXT en dos distintas épocas y abarcó durante un largo rato la escena titular en RAW con sus reiterados intentos por recuperar el Universal Championship y sus dos reinados como campeón intercontinental. Sin embargo, si tuviéramos que destacar sus mejores momentos en WWE, fueron en la marca inferior de la empresa. Y en el plantel principal "brilló" con el título intercontinental, pero bien sabemos es un campeonato para aquellas figuras que no terminan de consolidarse en WWE.

Figuras como Finn Balor, quien desde su lesión dejando vacante el Titulo Universal se volvió un oponente pasajero o de transición, no ha logrado ser un Plan B, ni siquiera C, y éso se debe a que simplemente decepcionó, fracasó, corrompió su personaje al punto de dar un paso atrás a NXT nuevamente para darse la oportunidad de "brillar" una vez más, sólo para ver su segundo reinado finalizado a manos de uno de los luchadores más mediocres de la historia de WWE, Karrion Kross. Al llegar a SmackDown, Balor tuvo un careo sinsentido con Sami Zayn, fue omitido totalmente por John Cena, destruido por Roman Reigns e incluso Xavier Woods.

Finn Balor dejó pasar su oportunidad, actualmente ya cuenta con 40 años de edad, con un personaje que fue destruido sin explicación se encuentra como una figura genérica en el plantel, un rival pasajero para cualquiera que necesite un impulso, alguien que sigue usando la misma entrada, mismo tema musical que años atrás -aún sabiendo que se encuentra rodeado de un producto que ocupa renovarse con cambios constantes- y ofrece combates con una mínima cantidad de movimientos, como si lo hubieran limitado con un rol de "veterano", Finn Balor es el reflejo de alguien que no sale de pantalla porque aquel primer impacto que impuso desde su debut en el público sigue vigente, por ser un luchador "seguro" y una de las lanzas que ocupó HHH en su gestión de la época "dorada" de NXT, el factor nostálgico de alguna forma sigue presente, pero éste afianzado luchador ya vió sus mejor etapa pasar, y entre la llegada de nuevas promesas a WWE como Austin Theory, Ridge Holland o Gable Stevenson en conjunto con el presente que nos ha mostrado en la empresa en comparación con nombres como Woods, McInTyre, Sheamus o incluso Jeff Hardy, su futuro no luce tan brillante como en el pasado quizás si lució, y dentro de la actual escena estelar está lejos de convertirse en figura, mucho más de disputar un título mundial, pues Balor ha demostrado que carece de actitud, personalidad y desde luego la capacidad de dar entretenimiento por sí mismo, además de amor propio por lo que tantos años le había costado construir: credibilidad.

Esta fue de Armageddon:

1- WWE está próximo a estrenar su nueva puta mierda de pague por evento/especial, llamado Day 1, en un claro intento de “innovar” y entregar algo “fresco”, deshaciéndose en el proceso de TLC (al menos de forma temporal), anexando otro PPV a su lista de eventos abandonados. En tu opinión, ¿cuál es el mejor Pague Por Ver que WWE ya no lleva a cabo? Considerando las luchas que hubo en ese pague por ver, su significado para WWE y su relevancia histórica.

Aclarando que existen varios PPV que básicamente cambiaron su nombre pero conservaron sus dinámicas haciendo una pequeña transición para ello, No Mercy es quizá uno de los pocos que WWE eliminó de su historia sin dejar ninguna huella de él. El nombre del evento por sí te atrapa para un espectáculo de lucha libre: No Mercy "sin piedad" prometía ser el evento en el que se llevaran a cabo los monumentalmente más apoteósicos combates que uno pudiera imaginarse, y es que los primeros tres Main Events del PPV estuvieron protagonizados por luchas con la estipulación Anything Goes/No Disqualification, revelando así un show donde las masacres estaban más que aseguradas. El nombre de por sí que ya atrapaba y luego venían las carteleras, que históricamente, están repletas de combates simbólicamente memorables para el fanático de WWE.

Partiendo desde su nacimiento, No Mercy data desde sus inicios como un pague por ver "diferente" a lo que WWE solía ofrecer. Es una costumbre para todos nosotros ver eventos o shows por televisión transmitidos directamente desde los Estados Unidos, donde la WWE ha albergado siempre sus sedes y gran parte de su equipo de trabajo. Sin embargo, en 1998, la producción de No Mercy se volvió junto a la de One Night Only como una de las pocas en ser llevadas a cabo por primera vez directamente en un país extranjero, en éste caso Inglaterra. El evento fue notoriamente exitoso con 18.000 personas asistiendo a él.

En el año 1999, decir historia se queda corto. Moolah ganaba el Women's Championship a sus setenta años, y Chyna, una mujer, conquistaba el título Intercontinental por primera vez en hechos que hoy explotarían las redes sociales si sucedieran de nuevo, y que por aquel entonces estuvieron de boca en boca entre los fanáticos. Aquel evento también vió a unos jóvenes Matt y Jeff Hardy derrotar a Edge y Christian en un Ladder Match que fue, sin darnos cuenta, uno de aquellos indicios de química entre los equipos de cara a su legendaria rivalidad en los próximos años. Eso por no mencionar que al igual que el año '98, Austin estuvo en el evento central de la noche junto a Triple H, pudiendo replicar y hasta superar la reacción del público en Reino Unido al tratarse del luchador más querido con el más odiado de la WWE por aquel entonces, ésta vez mano a mano.

El año 2000, No Mercy pasó de 327,000 ventas a 550,000. Chris Benoit demostraba estar a la altura en una lucha contra Triple H presentándose como una estrella de cara al futuro, mientras que Kurt Angle continuaba su meteórico ascenso al destronar a The Rock del título mundial.

En el año 2001 se llevó a cabo bajo el ángulo de la Invasión, con todos los luchadores de la cartelera representando de un lado a la WWF y del otro a La Alianza. En el 2002 se coronaban los primeros campeones en parejas de la WWE; Kurt Angle y Benoit, y por otro lado un joven prometedor; Brock Lesnar, derrotaba a un legendario Undertaker por primera vez en lo que significó mucho más que una simple premonición de WrestleMania XXX, y que en 2003 recordó al público volviendo a vencerlo bajo una estipulación distinta. El No Mercy del 2004 con John Cena afianzándose como un sólido midcard venciendo a Booker T o JBL como un WWE Champion transitorio de mayor cuidado que otros y un heel ciertamente despreciable al vencer a Undertaker, que a éstas alturas, demostraba ser uno de los que más piedad tenía en el evento donde no debía de tenerla, mantenían el evento como un serie de importantes hechos consecuentes a la historia que se llevaba en el momento. No Mercy 2005 como el último PPV de Eddie Guerrero (derrota frente a Batista por el World Heavyweight Championship) el día de su cumpleaños a poco menos de un mes de su muerte, el debut en PPV de Lashley, Randy y Bob Orton venciendo a Undertaker en un Casket Match y prendiéndole fuego en un guiño a Royal Rumble 1998. En el año 2006 poco que destacar salvo que Undertaker era derrotado nuevamente, ésta vez por un relativamente nuevo Mr. Kennedy.

El año 2007 Triple H luchando tres veces, en 2008 Undertaker siendo derrotado de nuevo por Big Show, Jeff Hardy comenzando su ascenso al plano estelar en una derrota frente a Triple H mano a mano y el cruento e inolvidable Ladder Match entre Chris Jericho y Shawn Michaels por el World Heavyweight Championship daban cierre a un PPV que tardaría prácticamente 8 años en hacer su regreso, siendo en el 2016 donde vimos a AJ Styles, John Cena y Dean Ambrose dar cátedra en un duelo donde los dos primeros se llevaron los focos en la construcción de un duelo que se repetiría prontamente, el inolvidable Title vs. Career entre The Miz y Dolph Ziggler o una de las grandes victorias en la carrera de Bray Wyatt al vencer a Randy Orton. Finalmente, el año 2017, donde Brock Lesnar mató a Strowman afirmándose como la entidad más grande entre los luchadores de WWE y el pase de antorcha de John Cena a Roman Reigns, que de cara a la actualidad, continúa vigente, hacen de No Mercy un PPV que abarcó absolutamente todos los ángulos posibles para ser enmarcado como uno de los grandes que han desaparecido por siempre en la posteridad.

Un evento en el que cada año pasó algo significativo, digno de ser recordado y resucitado, pues su nombre es difícilmente eludible como otros, éste clama y obliga a ofrecer guerra, masacres, en la boca de los luchadores suena fuerte, importante, es una frase que le falta decir a los luchadores de WWE hoy en día, que anima a huir un poco del teatro y espectáculo para refugiarse más en lo ocurrido entre el encordado, un PPV nacido en la época dorada de WWE, aquella donde comenzaban a destruir todas las promociones a su alrededor para imponerse en lo más alto de la jerarquía. Un PPV donde se presentaron a las superestrellas del futuro, las del pasado tuvieron su oportunidad de destacar e incluso las del presente lograron demostrarlo en su momento. Con un trasfondo que abarcaba mucho más que un simple nombre, escenarios, resultados. Con una última imagen emblemática, donde las dos estrellas del presente salieron de pie, victoriosas, dándole crédito a un Pague Por Ver que nunca erró sus resultados, se caracterizó por muchas apuestas y finales riesgosos, pero todo con un mismo fin, contribuir al negocio y a lo que importaba de él: presente y futuro. No Mercy, de lejos, un PPV que debe volver, y así, resucitar una vez más, quizá la última, las glorias y batallas que en antaño se ejecutaron en él, donde "sin piedad" cayeron desde el más pequeño hasta el más grande wrestler, en un PPV donde todo, absolutamente todo, siempre fue posible.

Para que la vea "Mr. Johnny":

1- Brock Lesnar ha mencionado en una entrevista reciente que va luchar hasta que genere dinero, claramente en ironía porque después aclaró que la WWE era su lugar y que se sentía cómodo haciendo eso. La pregunta es la siguiente, justo cuando estamos pronto a cumplir 20 años del debut de Lesnar en WWE, ¿cuál consideras el mejor combate de Brock Lesnar en WWE a nivel de historia, desarrollo en el ring y lo que significó para él y su rival (o rivales) ? Justifica

Brock Lesnar vs. Undertaker en WrestleMania 30. Repasando toda la carrera de Lesnar hasta la fecha, había tenido muchos combates importantes, era más que un tipo consolidado, pero a ciencia cierta no había tenido ése combate que marcara un antes y un después para él dentro de la industria de la lucha libre como lo fue aquel histórico duelo en el que la racha del Undertaker vió su fin, con todo y los tres factores que arriba son requeridos, éste combate está mucho más adelante que el resto. Sus luchas contra tipos como Kurt Angle, Goldberg, The Rock, John Cena o incluso el propio Undertaker en años anteriores no son realmente memorables dentro de la perspectiva del fanático casual, Brock Lesnar careció siempre de ése "momento" en el evento  más grande de todos, uno que reclamó a pulso propio cobrándose quizá lo más valioso que tenía WWE en su historia por aquel entonces como lo era la racha. La historia, de más está recordarla; luego de una larga ausencia Undertaker no había aparecido como lo suele hacer en su clásico Road To Wrestlemania, hasta que Brock Lesnar junto a Paul Heyman comenzaron a construir su reto al hombre muerto, un Brock Lesnar que atravesaba su última etapa en WWE como atracción especial para convertirse en el part timer estelar. Un tipo que venía de batirse a duelo con nombres como John Cena, Triple H, CM Punk. En la mayoría de los casos, dejándose importantes derrotas que contrariaban con lo que hoy en día es cuando a resultados se refiere, pero de alguna forma llevando al límite a sus oponentes en auténticas dignas masacres, algo que aportó legitimidad a la industria como él bien desde un principio instó a traer con su regreso a la empresa de Vince McMahon.

Undertaker con su emblemático 21-0, 21 victorias consecutivas ante oponentes de distinta envergadura que marcaban a probablemente el personaje más sólido de la historia en el escenario donde se encontraba en su mayor apogeo artístico, Undertaker no necesitaba a Wrestlemania, Wrestlemania necesitaba a Undertaker, y cada año se había vuelto una tradición verlo subirse al encordado para relatar una historia mediante sus luchas, siendo la que tuvo con Lesnar, probablemente, la más cercana a su retiro en términos históricos, y el final de un récord que representaba mucho más para el wrestling como negocio de lo que parecía, una decisión increíblemente arriesgada y que destruyó, dentro del ámbito extremista de legitimidad, la leyenda que el Undertaker alguna vez significó para sus fanáticos, y que tras este combate JAMÁS, JAMÁS volvió a ser vista de la misma forma, caso similar con Lesnar, quien se recuerda por esa escena ganando, y desde entonces, no sólo entró directo a la carrera por los campeonatos mundiales sino que los ganó con amplia facilidad durante un largo período de tiempo que incluso hoy por hoy, se remonta a la actualidad, porque aquella noche Lesnar se desprendió de los combates cerrados que había venido presentando al público para ceñirse a un nuevo concepto suyo, apartado incluso del "MMA Fighter" que en un principio le fue vendido a la gente, Lesnar ahora era más una especie de dios, quizá similar al que en 2002-03 fue, pero con una exposición mucho más diferente, mucho más mediática, un Paul Heyman que lo representó siempre de una forma mucho más que convincente y un Undertaker que catapultó la carrera de Brock al estrellato dentro del wrestling, porque le dió una victoria que puede considerarse mucho más valiosa incluso que un campeonato mundial o un Royal Rumble, le dió prácticamente el trabajo de su vida, y la importancia de éste combate trasciende debido a ello, porque cambió a ambos participantes, porque fue el punto intermedio de un feudo que realmente había iniciado unos diez años antes, porque fue el paso a una nueva era y EL RESULTADO que declaró oficialmente a Brock Lesnar como el LUCHADOR más DOMINANTE en la historia de WWE, un mérito que pudo haberse ganado quizá sin necesidad de cobrarse semejante pedazo del corazón de WWE, pero que eventualmente fue el factor "sorpresa" lo que selló su carrera como una estrella de talla mundial.

La lucha en sí, ocurrida en Nueva Orleans frente a 75.000 personas en lo que se considera un grandioso Wrestlemania gracias a la aparición/regreso de Hulk Hogan como anfitrión, Cesaro ganando el André The Giant Battle Royal y la excelente construcción de Daniel Bryan desde antes hasta el día del evento como underdog de cara al Main Event, en conjunto con la lucha de Lesnar vs. Undertaker, hicieron de WrestleMania XXX un evento sin precedentes por su sólida constancia de punta a punta. El combate, cómo se llevó a cabo, con Lesnar rompiendo la monotonía destruyendo a Undertaker durante todo el combate, dejándole apenas un pequeño ratio de tiempo de tregua sólo para recuperarse y acabar de demolerlo frente a un público que estaba totalmente muerto, hipnotizado, en auténtico silencio, una noche donde los gritos de Paul Heyman fueron lo más sonoro y que nadie sabía qué estaba pasando, porque Brock Lesnar llevó ésa lucha a un punto que casi ni se distingue del kayfabe, era como si realmente Lesnar quería ganar a toda costa e iba a tomar la racha como fuera, incluso causándole aquella tan sonada contusión cerebral, Brock Lesnar llevó la "legitimidad", "credibilidad" y "realismo" a un nuevo punto sin precedentes en la WWE, porqué para Brock Lesnar el poder del guión ya no era suficiente, Lesnar se convirtió en el guión en sí, y eso lo hace lo que es hoy en día, un tipo que recuerdas por esta noche en específico, un tipo que mató al ídolo de la infancia y adolescencia de prácticamente todo el fanático de WWE, un tipo que toma lo que quiere, cuando quiere y como quiere. Lesnar fue el primero en vencer a Taker, y tanto fue el impacto que Undertaker siguió volviendo, y peor aún, fue derrotado nuevamente, pero éso ocurrió cuando ya no era el mismo, y es que desde Lesnar nunca volvió a ser el mismo.

Undertaker vió el fin de su carrera prematuramente en este combate, porque lo que vino después fueron simples complementos a una trayectoria que ya había dado todo lo que le quedaba por dar. Victorias pasajeras, derrotas intrascendentes de un legado que si bien no desapareció, se manchó enormemente. Y un deplorable derrumbe físico que hicieron del resto de combates que tuvo, "espectáculos" sorprendentemente deplorables para un ícono de su calibre, además de que estuvo siempre metido forzosamente en rivalidades de cara al magnoevento, porque de alguna forma el factor nostálgico y el misticismo no se perdieron del todo, pero fue porque el fanático se rehusó a hacerlo, ya que aquella noche Lesnar arrancó todo eso. Por otra parte, Lesnar conquistó con SUPLEX CITY el WWE Championship y el WWE Universal Championship de contundentes maneras, se impuso a todos los talentos emergentes, a los que estaban ligeramente consolidados e incluso hasta los que no, Lesnar los fue apilando uno sobre otro, fue muy criticado en éste período de tiempo, pero también fue muy vanagloriado por la audiencia y sus relativos dentro de la compañía. La realidad es que Lesnar elevó la mercadotecnia de WWE, cargó con todo el peso sobre sus hombros de una empresa que no contaba con un babyface realmente creíble desde los ida y vuelta de John Cena, y que entre Seth Rollins o Roman Reigns no podían decidir cuál sería el segundo al mando debido al amplio margen de LEGITIMIDAD, sí, LEGITIMIDAD que Lesnar les sacaba de diferencia. Porque esa palabra es la que resume éste combate, su impacto, y en cómo la industria del wrestling cambió para la nueva era, una donde se acabaron los personajes fantasiosos como The Fiend, Karrion Kross, Aleister Black o Undertaker, porque Brock Lesnar realzó masivamente el valor de la realidad en WWE mediante ésta lucha, que sin lugar a dudas es la mejor de su carrera, marcó un hito legendario para él que no podrá ser igualado jamás, y a día de hoy lo mantienen vigente como la ESTRELLA más sólida y creíble que WWE ha llegado a tener, que en un principio apostaron, confiaron y creyeron, pero lo hicieron sin saber que Lesnar en Japón, UFC y ahora nuevamente con ellos, iba a acabar convirtiéndose en algo mucho mayor a una apuesta, iba a acabar convirtiéndose en nada más y nada menos que la REALIDAD misma. Sin lugar a dudas el combate que tuvo mayor repercusión, historia e incluso espectáculo in-ring (en un cómputo global) que Brock Lesnar ha ofrecido dentro de WWE, donde acabó al Undertaker para situarse a él como la nueva bestia, como el nuevo rival a vencer, como la nueva eminencia suprema de WWE y sin lugar a dudas, uno de los mejores luchadores peso completo de todos los tiempos.

le esta dando ventaja a mr jhonny para algo inteligente,no dire como porque a la vez es una jugada de maricones

Esta opinión es un desastre, Elimination Chamber que gané por V o F:

1- La gente viene comparando mucho el reinado de Roman Reigns con el reinado del terror de Triple H; sin embargo, a pesar de que ambos reinados tienen similitudes, se han desarrollado en etapas muy diferentes de WWE. En tu opinión, ¿qué "reinado del terror" ha sido mejor, el de Triple H o el de Roman Reigns (tomando en cuenta luchas, historia, consecuencias, etc.)?

El de Roman Reigns ha sido mejor. Evaluando ambos teniendo en cuenta el período que el wrestling vivía como tal en cada una de sus eras, obviamente el de Triple H tiene una exposición mucho mayor e impactante que la de un Roman Reigns que honestamente se ha visto opacado por la ausencia de estrellas colindantes a su nivel y categoría, más sin embargo, él ha sabido sobrellevar ésa falencia de WWE a su favor, en contraparte con un Triple H que arremetió fuertemente contra una gran cantidad de superestrellas consolidadas y propició derrotas sumamente dolorosas a cada uno de ellos en sus carreras, capaces de considerarse tropiezos ineludibles dentro de sus historias, además de quedarse corto en el storytelling de la mayoría de sus rivalidades. Con uno de los públicos más sólidos en la historia de la WWE, Triple H hizo de su historia como Main Eventer algo que intentaban meterle a la fuerza al fanático casual, y que de una u otra forma, a diferencia de años anteriores, se sentía sumamente repudiable, ya hasta desprendiéndose de lo que abarcaba al personaje sino al show en sí, RAW era superado ampliamente por SmackDown en cuanto a variedad se refería, por muy vistoso y prestigioso que pudiera verse el World Heavyweight Championship estaba varios pasos detrás del WWE Title, y cansaba, tanto Triple H con el campeonato, como también la monotonía de su narrativa, que necesitó oxigenar varias veces el título, perdiendo ante Michaels, Goldberg, Benoit y eventualmente Batista.

Comenzando por las luchas, Triple H protagonizó más de un bodrio con algún otro oponente que se suponían tenían la calidad de un estelar. Los únicos combates realmente memorables son los que tuvo con Shawn Michaels, Benoit y Batista. Siendo un poco quisquillosos, la Hell In A Cell en Bad Blood con Kevin Nash podría también entrar dentro de la categoría "memorable". Los demás fueron ligeramente decentes, pero en su gran mayoría, combates increíblemente aburridos, llenos de vacíos, con algún spot forzoso y algún final sucio de por medio, que no siempre fueron bien ejecutados o dejaron TERRIBLEMENTE ENTERRADOS a sus oponentes, tal como su infame match contra Booker T en WrestleMania 19. No hay mucho que recordar de Triple H como luchador en esas épocas, salvo que fue claramente incapaz de hacerse notar dentro del encordado sin alguien que lo cargara completamente dentro del rubro; fue un tipo lento, impreciso, poco convincente, y que parecía estar lesionado todo el tiempo, aún así ganando fácilmente sus combates con apenas un par de interrupciones, su martillo, algún low blow y por supuesto el devastador 'Pedigree' que en ese entonces era infinitamente superior a cualquier otro movimiento. La manera en que Triple H se apropia del apartado luchístico con cada uno de sus rivales exceptuando únicamente a Michaels, Benoit y Batista, es extendiendo innecesariamente sus combates, desgastando al público, ofreciendo secuencias sobrepuestas para engrandecer su figura como coberturas lentísimas o incluso levantándose a la cuenta tras algún finisher de sus rivales. No cumple ni medianamente las cualidades de un campeón mundial de la 'jerarquía' que él decía ser, al contrario, parece alguien que milagrosamente llegó a esa posición y es que sí, toda la carrera de Triple H se siente como quizá como la de Neymar, buscando colarse entre los mejores del mundo pero sin lograrlo auténticamente, sólo sobre el papel del guión, ya que con esfuerzo propio, le ha faltado mucho en al menos ése y el posterior tramo de su carrera. Su selling rozaba lo exagerado para alguien que constantemente acababa ganando, su limbwork es prácticamente nulo, y el storytelling de sus combates, se resumía siempre al libreto resumido arriba. En líneas generales, HHH era distinto al resto, pero en el sentido desagradable de ver, porqué te preguntabas con qué clase de mierda iba a ganar ahora.

La historia de Triple H durante el 'Reinado del Terror' es un constante baño de adulaciones a su persona, un tipo que en incansables oportunidades parecía querer sentirse al nivel de un Austin, Hogan o Rock, que eran capaces de sacar un show adelante por sí solos; no obstante HHH fracasa rotundamente en ello, incluso desde el inicio, el hecho de que le dieran el campeonato podría haberse visto como una jugada maestra pero ya le restaba mérito a Triple H como campeón, lo ganó sin mover un dedo, algo que hasta Hogan en el histórico Fingerpooke of Doom tuvo que hacer. De ahí en adelante nos encontramos con un sujeto que abría cada RAW y abarcaba casi la media hora inicial hablando de lo increíble que era, en lo que quizá a menor medida habrían sido muy buenos diálogos e incluso entretenidos de escuchar, pero a la larga, se tornaron no solamente repetitivos, sino que también huecos. Durante ése tiempo también tuvimos el arco de "Evolution", Triple H clamaba ser el único apto para nombrarse "presente" pero a lo largo de la historia acabó siendo el único que necesitó de los otros para poder surgir, fue el que más inútil se vió, dentro de todo un manipulador, pero fuera de eso, la realidad más que perceptible incluso sobre ser un "gran heel" es que inconscientemente se hacía ver incapaz de cualquier cosa por sí mismo. Su feudo con Kane es indudablemente uno de los peores de la historia: absorbió el Intercontinental Championship, desenmascaró a uno de los personajes más míticos de la Attitude Era y llegó a envolver como parte de la historia un ángulo necrofílico con el caso de Katie Vick, una medida desesperada en hacer ver superior a Triple H psicológicamente a Kane, a un monstruo, una bestia, alguien que no tenía sentimientos, acabó teniéndolos sólo por capricho de éste sujeto. RVD quedó como un jobber/midcard desechable, Scott Steiner fue retratado de imbécil durante toda la rivalidad además de tener los peores combates y finales del reinado, Booker T retrasó la revolución negra de Big E, Lashley y Kofi unos diez años más gracias a la humillación que le dió Triple H, Goldberg como un tipo que ya había perdido su auge con el público derrotando a Triple H en un intento de ser importante nuevamente: aquí se demostró que ganarle a HHH no garantizaba nada pues Goldberg no tardó en venirse abajo y desaparecer entre la intrascendencia, luego está el fracaso de Orton como técnico acompañado de un Triple H que sin piedad ni siquiera intentó ponerlo mínimamente over. Claro, ésos fueron los puntos negativos, ya que positivos estuvieron: su asombrosa trilogía contra Shawn Michaels, su inmersión dentro de la consolidación de Chris Benoit en WrestleMania siendo quién se rindió, y la grandiosa ascensión de Batista como cara de la empresa en un feudo más que recordado repleto de momentos coherentes a la sucesión de 'The Animal' sobre 'The Game', que a día de hoy es imitado por la medianía de AEW con MJF y Wardlow. En general, el heat acumulado alrededor de Triple H no se pierde solamente gracias a esto último, porque de lo contrario, sería uno de los más grandes desperdicios de tiempo del wrestling para un campeonato mundial.

Las consecuencias fueron el desperdicio de quizá uno de los mejores momentos del wrestling en general, donde Austin y Rock se habían hecho a un lado permanentemente de los campeonatos mundiales y el público estaba enormemente centrado dentro del producto gracias a la amplitud de historias y constante renovación y variedad de superestrellas, SmackDown se erigió a través de nombres como Brock Lesnar, Kurt Angle, Eddie Guerrero, Rey Mysterio, Edge, e incluso John Cena, quien empezó su proceso evolutivo a representante de una era ahí. Las luchas fueron sorprendentemente mejores siempre, la división tag team sobresalía mucho más, los campeonatos en parejas fueron mejores y el WWE Title, probablemente sólo sacando el reinado de JBL, fue siempre entretenido de ver. Por lo que RAW se sintió como el 'Show B' al punto de tener que llevar el WWE Title a esa marca junto a la estrella que se había creado en ella, Cena. Fue tanto el daño propiciado de Triple H al título, que desde su derrota contra Batista, no lo volvió a ganar más nunca, aún siendo una estrella. El apodo de 'Reinado del Terror' no viene a modo de adulación, sino de desprecio al recuerdo que este tipo dejó, y que acrecentó su leyenda como un ególatra con grandes influencias tras bastidores, uno que no resaltó en el mercado, nunca fue la atracción principal por sí solo, y jamás llegó a vender una posible derrota suya, ni el más mínimo margen posible a un público que jamás quiso verlo.

Ahora que hablé de lo peor y tengo una base para comenzar con el de Roman Reigns, iniciemos con la historia. Roman Reigns que venía de ser uno de los luchadores técnicos o faces más fracasados de todos los tiempos en cuanto a recepción del público se refiere. Alguien que captó a una gran parte de la audiencia, pero por más que lo intentaba tenía una mayor cantidad de detractores. Se dió cuenta finalmente que no cumplía la expectativa de su papel y que sin importar el escenario, rival, o campeonato que tuviera, 'The Big Dog' jamás iba a funcionar como el héroe definitivo que la empresa estaba buscando para ser su babyface. De ahí nace su nueva actitud heel mediante 'The Tribal Chief', y con él, llega el actual reinado de Roman Reigns como campeón Universal, son más de 500 días ininterrumpidos para un tipo que desde la obtención del título hizo valer su gimmick al entrar de último momento a la lucha de Fiend y Strowman en Payback, ganándola. No le llaman 'Reinado del Terror' porque a diferencia del de Triple H, éste ha sido bastante disfrutable, con Paul Heyman al micrófono haciéndose cargo, los rivales han llegado de forma ascendente al feudo contra Roman, comenzando por el propio Jey Uso, quien ante la ausencia de Jimmy destacó como wrestler en solitario, se labró su camino hasta el título Universal y entre Clash Of Champions/Hell In A Cell fue el encargado de solidificar esta nueva imagen ruda de Reigns, siendo un rotundo éxito comercial a partir de aquí pues fue un sujeto que más que 'vender' una agrupación como lo hizo HHH, él la IMPUSO, obligó a Jey y Jimmy a ser sus lacayos, Heyman llegó a un punto donde perdió su libertad por completo, y a través de ésa creciente profundidad en su personaje fue sumando victorias ante oponentes cada vez más importantes dentro de ésta era, a Owens le enseñó que la suerte no existe y lo derrotó tres veces, a Bryan llegó hasta a acabar su carrera en WWE, de Cesaro acabó su 'push', le dió una paliza a Rey Misterio en un combate nostálgico, concedió a Edge un mano a mano tan fulminante que acabó enviándolo a la otra marca, regresó a Cena a Hollywood, mató al invicto 'Demon' Balor, derrotó a Lesnar ya una vez, demostró que Sami Zayn es un payaso, terminó su historia con el payaso de Rollins convenientemente de cara a WrestleMania y envío de regreso al retiro a Goldberg. Cada combate abarcó una historia: su historia, pero aquí Roman Reigns lo ha hecho de una forma mucho más adecuada que Triple H, Roman ha dominado los ratings, ha acrecentado su leyenda, una que a diferencia de Hunter no tenía, y lo más importante, se ha renovado totalmente, este reinado lo ha hecho, transformó a un sujeto bueno para nada en la estrella indiscutible de WWE, una que hizo de SmackDown, a diferencia del RAW de HHH en antaño, un show al que le roban a todas sus estrellas secundarias para poder mantener a flote al otro show, ya que sólo con The Bloodline en cámara son superiores. Roman Reigns se ha convertido en una atracción por sí solo, algo que HHH no pudo hacer, y el final de su reinado será algo mucho más que una simple derrota como la fueron las del 'King Of Kings'. Su storytelling es tan bueno que el día que pierda el título no será necesario tenerlo para continuar siendo relevante, probablemente hasta más que el campeón de paso. Triple H sin campeonato era definitivamente un cualquiera, pero Roman Reigns podría ahora ser una eminencia, algo equiparable con una autoridad.

¿Luchas? Para el material que WWE ofrece actualmente, el cual es un 90% más limitado que el pasado, Roman Reigns ha cumplido con creces las expectativas de sus combates. A diferencia de su contraparte del 2003, Roman Reigns ahora ha descubierto el escondite de su carisma y lo aplica a cada uno de sus combates, incluso para los que son una mierda, logrando hacer a la gran mayoría buenos, no decentes, sino buenos. Sus combates contra Jey Uso son perfectos para mostrarse como una bestia, luego está la trilogía de estipulaciones con Kevin Owens donde a excepción del error en TLC siempre fueron combates relatablemente muy abiertos que pudo haber ganado cualquiera, las cuatro luchas contra Daniel Bryan incluyendo la triple amenaza en Wrestlemania donde Roman Reigns logró lucir excelentemente bien con un resultado a su favor, algo que Triple H difícilmente pudo lograr, luego está su gran lucha contra Cesaro, después la de Edge en Money In The Bank, John Cena en Summerslam, Lesnar en Crown Jewel y este año tuvimos su duelo contra Seth Rollins en Royal Rumble, todos con altísimo storytelling y un desempeño in-ring bastante agradable, que quizá pudo haber tenido más de una vez la irrupción de Los Uso, pero no dejó de ser un impedimento para hacer ver a Roman como lo que es, 'The Head Of The Table'. A excepción de sus luchas contra Goldberg y 'Demon' Balor, no hubo desvarío en el nivel, siempre fueron decentes o buenas, y el storytelling hasta el momento no ha rozado el ridículo ni ha tenido segmentos como el que tuvo HHH con Steiner compitiendo en pulsadas o físico culturismo.

Las consecuencias son WWE despidiendo a un montón de gente dándose cuenta lo mucho que pueden hacer con tan poco, como su mercadotecnia crece a través de tan pocos nombres, ver su rating no disminuir sino más bien aumentar aún quitándole 'material' al show encabezado por Roman Reigns, un reinado de más de 500 días que el público no termina por odiar completamente de lo bueno que ha sido, y un luchador que fracasó definitivamente como héroe convertirse en probablemente el villano más grande que han tenido al menos en los últimos 5 años, alguien que se adueñó de toda una marca y que no sólo guarda su grandeza para sí mismo sino también para sus esclavos como lo son Los Uso, siendo campeones en parejas por más de 200 días (al igual que Roman, ya también teniendo el reinado más largo de su título) hacen de éste stable 'The Bloodline' uno a menor escala en cuanto a nombres, pero de mayor y mejor impacto hasta que 'Evolution'. Triple H no compitió con ninguna otra empresa pues TNA era basura recién nacida por aquel entonces, pero Roman Reigns ha hecho de SmackDown un show capaz de doblar en ratings cada Dynamite de AEW, la mayor amenaza que WWE ha tenido en mucho tiempo y la compañía de pro wrestling que ha emergido grandemente en los últimos años, no son capaces de superar un espectáculo encabezado por sólo un luchador. Con los ratings, mercadotecnia, récords como campeones de sus respectivos títulos, la historia del stable, los oponentes derrotados en cada uno de los PPV y la cantidad de dinero recolectado no sólo hasta la fecha sino que aún está por recogerse, el único 'Reinado del Terror' es el de Triple H, porque el de Roman Reigns, de 'Terror' sólo tiene el día que llegue a su final, pues es de lejos, probablemente, el más grande, dominante, convincente, prudente y memorable de los últimos diez años.