WWE Exclusive: Daniel Fearghal

(Daniel Fearghal montado en una motocicleta llega a un sitio en plena noche de luna llena, una casa modesta de estilo americano en Mazatlan, Sinaloa. El ambiente transmite en el Psicópata de Mazatlán un aura de nostalgia, mira con detenimiento las paredes de esa casa, y toca con suavidad una de ellas, como si al hacerlo llegaran a su mente miles de recuerdos.)

Haz vuelto a casa

(Una voz femenina es escuchada por el ex-Campeón de los Estados Unidos, e inmediatamente la reconoce, dibujando una ligera sonrisa en su rostro. Procede a caminar a la sala principal de la morada, y se puede observar la silueta de una mujer que posa sentada en un sillón de terciopelo color vino. Daniel se acerca lentamente, y se sienta en un sillón viejo que se encuentra frente a la mujer, dejandolo cara a cara con ella a tan solo un par de metros de distancia)

¿¿??: Han pasado tantos años desde la ultima vez que trajiste tu trasero a este lugar.

Daniel Fearghal: Ja...Yo también te extrañé.

¿¿??: Siendo honesta, no esperaba verte por aquí...o al menos no tan pronto. Pero debe de haber una razón para que hayas venido, ¿o me equivoco?

Daniel: ¿Debo tener alguna razón para visitar a mi familia?

(La mujer permanece en silencio por unos minutos, hasta que decide encender una lampara a su alcance)

Sasha: Tu no viniste para saludar a papi y a mami. Tú viniste porque querías hablar conmigo. Tu viniste aqui porque necesitas ayuda.
Recuerdo que cuando éramos niños, solían molestarte en la primaria por tu gusto a la lucha libre. Recuerdo que cada que un chico intentaba levantarte la mano, yo intervenía para defenderte. Así fue siempre hasta que en la secundaria aprendiste a hacerlo por ti mismo. Creciste, lograste entrenar en una escuela de wrestling, un visor te descubrió. Llegaste a YWA, a WAW, te tomaste 5 años de descanso para mejorar tus habilidades. Llegaste a WWE y lo ultimo que escuche de ti fue que venciste a dos tipos consagrados de esa compañía en la que trabajas. Y sin embargo, estás aquí, y veo tu rostro y te noto...infeliz. ¿Porqué?

Daniel: Tengo miedo.

Sasha: ¿A qué?

Daniel: Al fracaso. Desde que empecé a trabajar en ese lugar, he experimentado los mejores momentos de toda mi vida. He ganado campeonatos, estelarizado eventos, le he ganado a los mejores...pero cuando todo parece marchar con normalidad, cuando mejor me siento en el ring, cuando creo que tengo las cosas bajo control...la vida me da una patada en la cara que me hace caer en lo más profundo del abismo. Lo que sucedió con Zeo, con Krdozo, sumando además las faltas de respeto que he recibido en el vestuario. Uno de mis mejores amigos, a quien consideraba mi hermano, se marchó de la compañía por la puerta de atrás, y el otro tomó un nuevo rumbo en su carrera que lo ha cambiado por completo. Me siento solo en esto. Ni siquiera puedo ir a casa a ver a la mujer que amo porque temo contagiarle mi estado de animo, llevar mi negatividad a mi hogar, como si de una enfermedad se tratase.

Sasha: ¿Y viniste aquí a traer tu enfermedad?

Daniel: Vine aquí porque quiero recordar lo que me motivo a dedicarme a esto. Siento que me he perdido a mi mismo. Cada día dedico la mayor parte de mis horas despierto para entrenar, para afinar detalles que me ayuden a alcanzar la cima, tal y como les he prometido a ti, a mis padres. Pero he fallado. Siento que por más que yo me esfuerce, seguiré estancado en el mismo sitio, y no sé que hacer.

Sasha: ¿Y porqué asumes que yo puedo ayudarte en esto?

Daniel: Porque tú me conoces a la perfección, tú sabes quien soy yo, más que nadie. Mi esposa es mi esposa, pero ella no me conoce tanto como tú. Cuando me animé a dar el primer paso y subirme a un ring, ese miedo de fracasar había aparecido en mi cabeza por primera vez, y fuiste tú quien me motivó a seguir mis más grandes sueños. Ahora estoy en la mayor compañía de wrestling del planeta, pero esos pensamientos han vuelto...y temo que ese tipo tenga razón en lo que dice.

(Sasha piensa por un momento, y procede a responder)

Sasha: Cuando llegaste a WWE, muchos decían que tu paso sería el mismo al que tuviste 5 años antes. Y sin embargo, lo lograste. Te convertiste campeón, y demostraste tu valía en esa empresa. Haz tropezado, así como todos lo han hecho. Eres humano, nadie es perfecto, y nadie tiene una trayectoria perfecta. La gente en los estadios corean tu nombre, y eso es porque ellos simpatizan con tu historia, con tu personalidad, con tus acciones y con los hechos. No eres un perdedor, mucho menos un bastardo, eres un ganador, ¡pero necesitas explotar tu máximo potencial!

Daniel: ¿Cómo?

Sasha: Cuando esos tipos te molestaban en la primaria, lucías como un pobre cobarde que permitía que los demás le faltaran al respeto. Pero cuando entraste a la secundaria, esa situación cambió. ¿Porqué fue así?

Daniel: ...Porque, ¿los confronté?

Sasha: Exacto. Los confrontaste. Tal vez no tenías una mascara puesta en esos momentos, pero cada que alguien intentaba desmeritarte por tu pasión, te amarraste los pantalones y no pediste...¡Demandaste respeto! Ya sea por las buenas, o por las malas. Es curioso como al final, el wrestling del que tanto se burlaban en tu infancia, fue el método que les dio una lección. Aún recuerdo la cara de todos ellos cuando estrangulabas sus cuellos con una llave, o los hacías mierda con un azote al suelo. Y si esa misma pasión te ayudó a resolver esta situación, sé que esta vez no será diferente.
Te volviste un hombre tan fuerte, y al mismo tiempo te hiciste tan blando... porque confundes amabilidad, tolerancia, nobleza, paz...con vulnerabilidad.
Ese hombre...ese tipo enfermo que intenta jugar contigo, es débil, es vulnerable, muchísimo más de lo que tu eres. Solo es cuestión de que lo creas, porque tu mismo lo haz dicho, no te importa lo que digan los demás, a ti te importa jamás fracasar, y esa es una mentalidad ganadora. ¡Eres un ganador! ¡Eres Daniel! ¡El hombre que ganó una Elimination Chamber! ¡El hombre que ha ganado titulos! ¡El hombre que venció a Asesino, a Rattlesnake, y a Evil!
Así que mueve ese cuerpo musculoso de ese viejo sillón, ve y toma tu motocicleta, dirígete al coliseo, preséntate ante la gente de Mazatlán, ¡tu gente! y deja en claro que a ti...¡jamás te volverán a pisotear!

Sasha: ...¿no me crees, verdad?

(Daniel no emite ni una sola palabra. Sasha solo observa a su hermano con una expresión que aumenta de molestia gradualmente)

Sasha: ...Siempre creí que eras un chico tímido, y lejos de molestarme, jamás intente cambiarlo, lo acepté. Pero jamás aceptaré que seas un cobarde. Tú eres más que eso, ¿Lo entiendes?

(Daniel sigue sin decir ni una sola palabra)

Sasha: ...Bien. No permitiré que dejes en vergüenza a nuestra familia por ser un maldito miedoso de mierda. Volvemos a los viejos tiempos donde yo era quien plantaba la cara ante todos porque el incompetente de mi hermano no es capaz de hacer nada por él. ¡Debería darte vergüenza! ¡Por mí, quédate en casa como un inadaptado social! ¡Yo iré a arreglar tu porquería!

(Sasha toma las llaves de su auto, y sale de la casa furiosa por la actitud de su hermano para emprender camino al coliseo. Daniel solo mira al suelo decepcionado de sí mismo. Después de unos minutos, se levanta de su asiento y se dirige al baño para lavarse el rostro. Luego de eso, se mira fijamente al espejo.

Daniel: (suspira) Si necesito progresar...debo cambiar....NECESITO CAMBIAR.

(Toma una maquina de cortar cabello, y lo acerca a su cabeza)

Lo necesito, necesito un cambio, porque ella se equivoca. Xaelio se equivoca, todos se equivocan. Yo no soy un cobarde...

...Sé lo que tengo que hacer, y debo tomar acción ahora

No soy un cobarde
soy un luchador
soy un hombre valiente
¡soy el mejor de este negocio, soy...!

...YO SOY DANIEL

grande deiniel

Grande Daniel.

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